miércoles, 31 de octubre de 2012

Scissorhands on halloween

   Entre Joker y Manostijeras, no hay color. Sin duda alguna, mucho mejor disfraz, más favorecedor y más apropiado.



sábado, 27 de octubre de 2012

El padre de Manuel. Parte III

   Hemos quedado a las ocho. Como siempre llego corriendo porque creo que llego tarde, aunque puede ser que sea pronto. No lo sé seguro. Últimamente no llevo reloj, y los de mi casa marca cada uno un lo que quiere, así que realmente no sé nunca la hora exacta.
   Odio llegar tarde, pero he de aceptar la realidad y asumirla: Desde que tengo hijos soy impuntual.
Por suerte no ha acabado la fiesta y entro en la bolera detrás de una pareja, el padre de Manuel y señora. Me siento entre Clara y su hermana melliza, sale a colación nuestro encuentro del lunes a través de la cristalera de la clase de yoga. Nos reimos. Se decide a probar el lunes. Me ha pedido una ceveza que nunca llega y no me atrevo a reclamar, cuando Cris me comenta la bronca que está recibiendo el padre de Manuel por beberse ("mí") cerveza con alcohol. Yo disimulo. Cris se troncha.
   Dan las nueve  (más o menos, que ya sabéis que vivo en la inopía horaria) No puedo más de sed. Por fin, se va disolviendo la reunión. ¡Hay que arrejuntar a la pandi disimuladamente!...pero creo que va a ser imposible... el padre de Manuel nos mira con ojos golositos...Nos miramos Alfon y yo:
-Vamos a tomar algo, ¿os apuntáis?-dije yo- Me vi incapáz de no invitarles...¡son tan amables y educados!
   Su mujer se preparaba para regresar a casa, pero le insiste para quedarse. En su mirada se puede leer: "¡Quieta ahí, chatina! ¡Qué no nos lo podemos perder! ¡Esto es la juerga padre!"
-¡Claro que sí! Nos tomamos una. ¡Esta vez sin alcohol!-Mira a su mujer que le desaprueba, pero sonrie.
   La emoción recorría su cuerpo. Es felíz, se le nota.
   Comienza la función, y nosotros ajenos a ello, a lo nuestro. Es viernes.
   El punto álgido llega cuando Luis cuenta la anécdota de la noche:
"Mi cuñado llega a su casa. Lleva mucha urgencia. No se puede contener más. Abre la puerta y sale disparado al cuarto de baño. Se desabrocha como puede los pantalones, y se los baja. ¡Por fin se sienta entre angustiado y aliviado, lo ha conseguido, ha podido aguantarse!...Todo su cuerpo se relaja... Suspira...Levanta los ojos distraido, cuando el corazón le da un vuelco: ¡¡¡unos pies asoman detrás de la cortina del baño!!!"
   Sinceramente, ni Alfred Hitchcock hubiera podido plasma semejante escena de terror y tensión, sin troncharse al otro lado de la cámara.
   Mientras Luis lo narraba, yo lo visualizaba en mi tele en blanco y negro, y me imaginaba a Janet Leigh trás la cortina de la ducha con esa mirada aterradora...¡Pero es que esto es mucho peor!
   Era el ladronzuelo del portero, que se colaba en las casas cuando no estaban los dueños y robaba pequeños objetos que pasaban desapercibidos.
   Pero es que lo malo, no es que te roben, ¡ sino que cuándo vengan a ello, te pillen con los pantalones y los calzoncillos bajados ¡cagando!! (Con perdón, pero es que fué así, que le voy a hacer)

   Se para la vida. Se paraliza el aire. El padre de Manuel mira a su señora. y sus ojos le dicen con cariño: "¡Ves cariño, como sabía que no te iban a defraudar!"




El video, es para todas mis amigas de juergas, para recodar la clase de zumba del viernes con el "Melo. Melo" (...¿come melo?, ¿melo meto? ¡no entendí bien! jajaja!)
  

lunes, 22 de octubre de 2012

New York

   Me gusta viajar en invierno.
   Por estas fechas suelo pensar en alguna escapada a alguna ciudad.
   Me gustan las ciudades. Queda mejor decir que las odias. Pero resulta que yo soy de las que no tienen pueblo. Nací en el centro de una ciudad, y no sé si serán los recuerdos de la infancia y juventud, pero hay algo que me tira desde dentro. Disfruto con las aceras, los paseos arbolados, los jardines, los edificios singulares, mirar las ventanas, los portales antiguos, los escaparates de las tiendas pequeñitas, las estaciones de tren, las calles empinadas, las grandes avenidas, los kioscos de periódicos, o los de flores, las azoteas, los mares de tejados, las antenas, las plazas, las terracitas, los mercados, los adoquines, los palacios y palacetes, los bares y resturantes, los museos, los cines y los teatros, las fuentes, todo tipo de puentes, las orillas de los rios, los rascacielos, y las casitas bajas, los taxis, las luces de neón. Los barrios y la ropa tendida. Los puestos de fruta. Las librerías y las bibliotecas.
   Adoro pasear por las calles. Tanto si hace sol, como si llueve. Detenerme y mirar, escuchar. Sentarme en un banco o en una terraza. Da igual en qué país esté. Mirar a la gente en su ir y venir. Dejarme llevar por las marabuntas en los pasos de peatones, o escuchar mis pasos como resuenan en una callejuela solitaria.
   Me gustan las pelis que se ruedan en ciudades, que luego visitas y reconoces, te sientes parte de ellas por todo lo que las conoces. Cierro los ojos y me vienen a la memoria montones de imágenes sobretodo americanas, pero tambien europeas. Las asocio tambien a una epoca del año concreta. Unas siempre bañadas por la niebla, otras por la lluvia o por un sol de justicia.
   Cuando viajo procuro leer algo relacionado con el lugar al que me dirijo. No me refiero a guias turísticas, sino a leer novelas, o ver algúna película relacionada. Si el libro no es muy grueso, no puedo evitar meterlo en el bolso. Es una delicia. Es una agradable mezcla de ficción y realidad.
   Según han pasado los años, he ido disminuyendo el número de localidades que visito de una misma atacada. Prefiero volar a una ciudad y quedarme allí varios dias, saboreandolo todo, tomándomelo con calma. Establezco alguna que otra prioridad sobre lo que me interesa ver y lo que creo que no puedo irme sin hacer, para luego dejarme llevar. Y suele ser esto lo que más satisfacciones me da.
   La pasada semana hice por primera vez, algo de lo que tenía muchas ganas.
   Nueva York es una de mis ciudades preferidas. Cada vez que escucho la canción de Sinatra, se me pone la piel de gallina y me entran unas ganas locas de bailar. Por fín lo he hecho. Con una coreografía preciosa. He disfrutado como una niña. Siempre hay una primera ocasión para todo. Como otra cosa que he hecho en estos días pasados (lo podría llamar la semana de las primeras veces) he podido tomar una fotografía de un doble arco iris, con un cielo de fondo espectacular.
   Como no podía ser de otra manera, el video de hoy es ¡New York, New York!




domingo, 21 de octubre de 2012

Autumm leaves

   Responde María Kodama en una entrevista a un semanario:
"-Es que él es la mitad de mi alma. No encuentro otra persona así. Yo ya dí la mitad de mi alma. Hay seres que logran eso con un milagro. Y hay otros que lo buscan toda su vida y no lo logran encontrar. Te cae del cielo.
-¿Cómo se es feliz sin el cuerpo de alguien?
-Con los recuerdos. con el recuerdo de su cuerpo, de su alma, de su voz.
-¿Es eso el amor sublimado?
-El amor es eso. Si has sido amado alguna vez, realmente te salvas, hace que nunca caigas en la vileza. Dentro de mí existe un centro que no es un mérito mío, indestructible, está hecho del amor de mis padres, de mis amigos, de Borges.
...
-Borges decía que previamente al entendimiento hay que sentir.
...
-¿Cómo se conocieron?
...
-Después obró el azar, como todo en la vida, las coincidencias increibles.
...
-¡Cuidado era un seductor! Si era un seductor. Había que andarse con ojo. Para alguien que adora la inteligencia resulta fascinante.
-¿Cuándo comprende que su vida era, es, y será Borges?
-Lo que yo percibía, ¿viste vos cuando uno siente que existen dos piezas de relojería que se hubieran fabricado en tiempo y espacios distintos, y por personas distintas, pero que al tratar de unirlas para que el reloj funcione, engranan? ¿Que no necesitas pulirlas?, no sé si me explico.
...
-Sí. Fue esa sensación, esa sensación maravillosa..."

   No sé si es posible explicarlo mejor. El amor se describe de mil maneras, pero no hay nada comparable a cuando alguien expresa lo sentido. No hay nada más verdadero. No hay nada más universal ni eterno.
   Cierra los ojos. Deja a tu corazón trabajar unos instantes. Díme si no se te llena la mente de todo lo que significa el amor para ti. Dime si no tiene un nombre, un olor, un sabor, una imagen, una canción. O muchos. Déjate llevar por esas sensaciones...se te ilumina el rostro, sonries, puede que las lágrimas te mojen los ojos. Sólo se te eriza la piel cuando te inunda esa energía...¿recuerdas?
   No puede uno obligarse a sentir. Ocurre o no. Y tampoco puedes evitarlo por mucho que te empeñes.
   Somos energía, energía cambiante y no sólida, en movimiento, y cuando se cruzan las energías, ya puedes cerrar los ojos, mirar para otro lado, negarlo, lo que quieras, tu cuerpo se altera y con él la mente y el espíritu. Podrás encontrar en esa mirada, una autopista negra llena de estrellas que lleva al interior de tí, de todos nosotros, por la que corren todos nuestros afectos, nuestros anhelos.
   
   Para todas las personas que conozco que han amado y aman.








viernes, 19 de octubre de 2012

Me inspiras, Rose.

Ahí va otra:

   Son las cuatro y media de la tarde. Bajo los soportales una pareja espera.
   Le ha parecido verles en la lejanía. No, no quiere. Que no quiere hablarles.
   La ponen mal cuerpo. No sabe que hacer. La rampa se hace corta, parece que el tiempo corre más rápido.
   Se acerca cada vez más. Va a ser inevitable el encontronazo. Se hace urgente inventar algo.
   Y esas cosas no la salen. Tendrá que disimular como sea.
   Yo soy especialista en darme el piro, pero ella no. Ella el marrón se lo come o se lo come.
   Es cierto que lo lleva con elegancia y entereza. Pero luego tarda en quitársele ese mal cuerpo que se la pone. Vamos, que no tiene opción, los tiene de frente, se dá de morros con ellos.
   Ni corta ni perezosa, le sale la famosa que lleva dentro (porque no es de verlo en la tele, que la ve poco) y se acopla en movil a la oreja.
   ¡Y empieza la función!
   Comienza la protagonista, bajo el porche una conversación intensa...disparatada...emocionante... interesante...¿tal vez preocupante?...¿o tal vez profunda?
   No para de hablar entusiasmada...Parece estar ensimismada...Contesta...inquiere...repite...asiente...Se mueve, se gira, camina de un lado para otro.
   No aparece nadie por el patio. Siguen los tres a solas. Ellos la miran intrigados. Ella sigue con su actuación.
   Pero es que ella es como es. Y estas cosas no la gustan. Y más que nada, que no sabe que inventarse más. Comienza a ponerse nerviosa... se le acelera el corazón...mira a su alrededor...todo sigue igual...se le seca la boca...¿lo habrán notado?...¿pensarán que se le ha ido la olla?...¿y si por casualidad, la llama alguien en ese preciso instante y la suena el movil, qué haría?...¡se está atacando!
   -¡No puedo más! -Piensa para sus adentros.
 
   -¡Me tengo que colgar!

...Y se colgó...a sí misma.

   Pensaba ponerte en tu honor alguna canción molona, de bailoteo, discotequera, (tipo "los rayos de sol"), para ambientar el momentazo mañanero de "busco a Jack", con reventón de rueda y de camisa vaquera, (aunque ya sabemos quien es la ínica y verdadera candidata a revienta cremalleras, que nosotras tres ni que nos entrelacemos los omoplatos...), pero como teníamos ese reconcome las dos, he decidido cambiarlo por este otro video, optimista, positivo, y completamente alejado de la conversación en que nos vimos inmersas, ayer tarde sin comerlo ni beberlo.



martes, 16 de octubre de 2012

Un buen rato

   Me gusta kundalini. Lo del me gusta, para ser más precisos, es me cae bien.
   Porque si. Sin más. Me es afín. La conozco poco, es verdad, pero desde el primer momento me agradó.
   Es una declaración de principios.
   Me gustan las personas, las que me gustan, claro.
   Sean como sean, tengan la edad que tengan, sean del sexo que quieran, vivan donde vivan, trabajen en lo que trabajen.
   ¿Han pensado alguna vez porque le gustan unos y otros no? ¿En qué consiste eso de la piel?¿Porqué conectas con alguien a primera vista?¿Porqué en presencia de unos te relajas de inmediato, te repantingas y espatarras todo en uno, al instante?¿Porqué a su lado se respira mejor?¿Porqué se ensancha el espacio a su alrededor? ¿Porqué al mirar a sus ojos todo lo que le rodea se vuelve más brillante y nítido?¿Porqué sus presencias llenan los espacios?¿Porqué se calma la tensión?

Allá va mi lista de "no me gusta":

No me gustan los pobres de mi.
Ni el triste porque si.
No me gusta dar lástima, ni los lastimeros.
No me molan lo misterios (si, yo también digo mola con cuarenta y tres años.¿pasa algo?) (para misterios ya están las novelas). 
Paso de los que se comen el tarro.
Paso de que me lo coman a mi.
Paso de los muermos.
Paso de los problemas imaginarios.
Paso de hacer un mundo.
Paso de ir de víctima.
Paso del marrón.
Paso del quejica.
Paso de los rancios.
Paso del sobrao
Paso del que está de vuelta.
Paso de los maleducados.
Paso de los blandos.
Como resumen paso de los soplagaitas y tocapelotas.

Y ahora la lista de lo que me gusta:

Rodearme de carcajadas.
Las risas sinceras y llanas.
Las bromas guarras.
Las palabras sin sentido.
Los chistes malos.
Los videos tontos.
Las conversaciones tontas.
Me gusta ser macarra si me da la gana.
Me gustan los brillis si me sale de ahí mismo.
Por mis huevos, que me pongo los pitillo de leopardo.
Me gusta lo de "¡relaja la raja!".
La dieta del datil (¡soy toda corazón, además de lenta...que me costó lo mio caer en que consistía la dieta...¡la de burradas que pensé!!)
Me encanta bailar sin complejos.
Las canciones horteras.
Reirme del pavo del vestido de putilla, asomando tras ta cortina del probador, que más tarde se lanzó a  bailar "estaba la pastora lará-lará-larita" enfundado en un minivestido trasparente moviendo las caderas a un lado y otro, cual campana con badajo...(Sé que dije que no le iba a sacar en este blog al aspirante a exhibicionista, pero siempre acabo haciendo aquello que juro que no haré, y esto es otra confirmación de ello)
Disfruto cuando se me pegan las cosas de los demás, cuando me contamino (como la canción) de los demás
   Entre fotos, palabros y conversaciones descabelladas, aparece Ana. Si Ana, con esa cara tan bella, esa melena negra tan suave y brillante. La saludo, la abrazo. Y al hacerlo es como si abrazara al pasado y al futuro.  Es otra persona que me gusta.
   Suena el movil. Es tarde, tengo que irme.
   A todo esto, el motivo de esta entrada es porque me han picado con que hace mucho tiempo que no escribía con la misma frecuencia, así que ¡hala y toma!
   Por el buen rato que hemos pasado.



viernes, 12 de octubre de 2012

Si a un cazador le das

Si a un cazador
le das,
la mitad de tu alma
un día,
no te preocupes
romano,
que allí permanece
anclada.

Aún
sin su cuerpo
y su alma
vives,
en la libertad
que da
el sentirse preso,
preso del amor más dulce,

He de decirte
romano,
que de un cazador
un día
me hice tatuar
su aliento
en lo más profundo
de mi ser.

Y ahora mi ser tatuado
vive pintado,
pintado de su eterna mirada.
Con su negra tinta
inundando me
surcando el mar,
el mar que la huella
de su voz dejó.

Cuando veas mi mirada huir
tras los cristales perseguir las nubes,
sabrás
donde vuela mi alma,
donde
reposan mis sueños,
donde
el dolor me acaricia.

Por eso romano
aligera tu espalda,
que no es tu barco
al que me anclé.
Que ya mi hierro
al fondo llegó
y feliz,
hondo muere.

...si a un cazador le das la mitad de tu alma un día...




martes, 9 de octubre de 2012

Cincuenta céntimos...un té con limón.

   Cincuenta céntimos.
Atardece.
Va pasando el tiempo.
Delante de la máquina de café.
Parada. Silenciosa.
Parpadea la luz azul del display. Los dedos pulsan la tecla del té con limón.

   Hace mucho calor. Estoy cansada. me muero de sed.
   Sin cerrar los ojos veo.
   Siento calma. Rebusco en el bolso.
   Mis manos palpan el libro y la agenda.
   El movil, las llaves y el monedero.

   Un perfil respira. Me respira.
   Suavemente se apoya. Respira.
   Inmovil. Sube y baja el pecho.
   -¿Marilyn?
   -¿No sabes quién es Marilyn?   

   Me asombran las coincidencias.
   ¿Serán estas las que me ayuden a seguir?
   Me siento agradecida.
   Cierro los ojos y sonrio.

   Releo las anotaciones.
   Dudo de su destino.
   Son ciertas. Son verdad.
   Salen de dentro.
   Seguiré escribiendo más.


   Se llenan mis poros de imágenes.
   Se llenan de palabras.
   Se llenan de músicas.
   Se llenan de aromas.
   Se llenan de cazadores de rayos, voluntarios de olimpiadas, pintores.  


   Cincuenta céntimos.
Baja el vaso de plástico con su cucharilla.
Absorta en mis pensamientos disfruto contemplando como se prepara la bebida.
Como siempre me ocurre, no puedo elegir la cantidad de azucar.
Resignada, suspiro. Acabaré acostumbrándome a su dulzura.
Suena la calderilla cayendo por el tubo de plástico.

   Cincuenta céntimos
Una voz cálida me saluda a mi espalda.
Con cariño me habla bajo su sombrero.
Su conversación me consigue traer al presente.
Hablamos de la perra y de los niños.
He olvidado preguntarle por los pianos.

   Cincuenta céntimos por un te con limón.
Por un te que me reconforta, aunque sea dulzón.
Un limón que me recuerda al pomelo que prometo exprimir.
Me miro las manos y recuerdo otra casualidad de hoy.
Debería de anotarlas.