miércoles, 4 de junio de 2014

Elijo

   Dice Jorge Wagensberg que siempre que se aprende es en el extremo de alguna clase de conversación. Y cierto es que fue en el extremo de una charla telefónica, cuando la conversación finalizaba su trayecto mundano sin darnos cuenta y se acercaba a un camino por el que debíamos transitar aunque aún no lo supiéramos necesario.
   Acodada en el alféizar de la ventana a esta hora mágica del día que ilumina un sol que ya se escondió hace rato y que dejó en la memoria del firmamento esa luz suave y misteriosa, mezcla de grises y rosas, de algo de azul pálido y un violeta claro que parece desvahirse con cada segundo que pasa. Acodada y mirando lejos y a la vez cerca, me quedo pensativa...quizás haya aprendido algo, pero sobre todo me ha empujado a reflexionar...más sinceramente me ha tirado por el precipicio de las preguntas incómodas, de esas que todos tenemos revoloteando por nuestros adentros sin querer hacerlas mucho caso, hasta que se hacen presentes sin invitarlas.
   Nos recuerda Xavier Guix que, "ante el reto de vivir dice Ulises, hay cinco cosas que no hay que empeñarse en variar:
1ºTodo cambia y todo acaba.
2ºLas cosas no siempre suceden como las habíamos planeado.
3ºLa vida no siempre es justa.
4ºEl dolor forma parte de la vida.
5ºLa gente no siempre es amorosa y leal."
   Y Jose Antonio Marina nos aclara lo que conocemos como "entorno VUCA": es el acrónimo de volatility, uncertainty, complexity, ambiguity. Las características del futuro. 
   El futuro es volátil, incierto, complejo y ambiguo. Así es, pero yo quiero vivirlo, quiero arriesgarme a vivirlo.
   Al intentar ponerme en la piel del que enferma, del que ya ha puesto fecha al final de su existencia, del que sabe que no exiten más oportunidades, del que te mira desde esos ojos llenos de sabiduría, dolor, amor y temor cuando ya conoce su veredicto, su nota de fin de curso; he llorado y he sentido miedo e inquietud. Y me he dicho a mi misma que elijo vivir.
   Elijo vivir para ver el color del cielo, para sentir la tibieza del aire, para oler todas las frangancias de las flores, y de la comida recién hecha. Para poder soñar despierto y dormido. Para  escribir. Para ver a mis hijos marcharse de excursión, o sufrir con sus exámenes, para hacerles tortilla de patatas para cenar. Para sentarme en una terraza a la hora del aperitivo. Para celebrar con los amigos, para dar paseos por la playa. Para vivir el amor y el desamor.
   Elijo vivir para asombrarme cada día de lo corta que es la vida, de lo rápido que pasa el tiempo y maravillarme cada año cuando llega la primavera.
   "El camino del desapego es el mas duro de todos. Ese es el gran viaje. Desabrazar los algodones del amor, para  volver a él transformado. Igual que uno va creciendo, ese sentimiento también lo hace para hacerse esencia. Del afecto blandengue al amor duro, el que no teme, el que se da, el que se conmueve. Un apego que expresa lo que fuimos y lo que ya somos. Cada elección que hacemos en la vida, apoya o niega este penetrante hecho" Xavier Guix
   "Nos pasamos la vida esperando el gran día, la gran batalla, o la gran hazaña del poder. Pero tal consumación externa no le es dada a muchos, ni es preciso que así sea. Con tal de que nuestro ser se tense apasionadamente dentro del espiritu en cada cosa, ese espíritu emergerá en nuestros esfuerzos escondido y sin nombre" Teilhard de Chardin
     "Lo que la juventud tenía que encontrar fuera, el hombre del atardecer tiene que encontrarlo dentro" Jung


   Nos queda caminar los senderos del adentro del alma.