De nuevo La Contra de la Vanguardia me acerca a un personaje público, esta vez mundialmente conocido,¿Quién no ha oído hablar del siete veces campeón del mundo de ajedrez?, y como ocurre a menudo con estas amenas entrevistas, te descubren muchos aspectos desconocidos hasta ahora, y te asomas a las distintas facetas de este ajedrecista, como que fue miembro del Soviet Supremo, su ayuda y dedicación a las víctimas de Chernobil, o como que es licenciado en Económicas.
Preguntas como:
-¿Cree en el destino?
Si. ¿Cuántos niños de tres años conoce que cuando ven a su padre jugando al ajedrez le piden que les enseñe?
-Y en la vida, ¿qué le ha hecho llorar?
Tengo un carácter muy fuerte, no lloro, pero guardarse todos los sentimientos dentro es más difícil que llorar. Para ser campeón del mundo debes tener un excelente control de tus emociones.
-¿Porqué mira fijamente a los ojos de sus contrincantes?
Es mi manera de jugar desde los cinco años, Alguno se ha quejado, pero el ajedrez es un juego psicológico; la gente que no aguanta una mirada se queda por el camino.
-A partir de cierto nivel la técnica no debe contar...
No, lo que más cuenta es la psicología. Estudias a tu oponente para conocer sus puntos fuertes y débiles, y eso te da un gran conocimiento sobre el ser humano.
-¿Qué le enamoró de su mujer?
Todos desprendemos energía y hay energías que se atraen. Cuando doy una conferencia, lo primero que hago es sentir si el público está o no receptivo. Si no lo está, sonrío más. Resulta difícil ser agresivo con alguien que te sonríe.
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