Me atrevo a escribirle esta carta blogera, en respuesta a su desprendido acto de generosidad para con las necesidades de las féminas de medio mundo, que miran con alegría y esperanza en la humanidad, y más concretamente en el género masculino.
Cada cierto tiempo aparece en diversas publicaciones, un anuncio de esta marca (que no se muy bien si es de zapatillas, vaqueros, ropa interior, ¡qué se yo!...). En el susodicho anuncio aparecen de pie, en formación, rectos posando muy dignamente, muchachos de un equipo...(sé que debería haberme informado sobre la especialidad deportiva a la que pertenecen, si beisbol, waterpolo, futbol, futbol playa,...no se... ¡creo que no me importa en absoluto!...¿a ustedes si?...)
Yo creí que esta imagen había pasado sin pena ni gloria por mi revoltillo de cerebro, como otro más de de los anuncios de ti@s buenos que inundan las revistas. ¡Pero ingenua de mi!...¿Cómo pude ser tan ligera? Este importante producto de la industria (...¡la que sea!...) volvió a mi, eso si, hecho carne, como el pecado...
¿Sería una aparición, o quizás un espejismo del desierto de arena que hay que cruzar para alcanzar la orilla de la playa? O serían las alucinaciones propias de quien ha pasado dos horas bajo un sol de justicia dando saltos y bailando alocada. ¿Serían las gotas de sudor que perlaban (¡perlar, perlar!...¡vaya cursilería!, a mi más que perlas lo que me corre es el rio amazonas en épocas de lluvia, por mi canalillo...) mi frente y nublaban mi vista?
El caso es que iba yo a presumir de situación idílica al esar rodeada de amigos haciendo deporte al aire libre, rodeados de palmeras, olorosas adelfas, la temperatura ideal, la música más divertida, y allá al fondo... ... ... ... ¡A qué si, a que creían que iba a decir el mar, el Mediterráneo, el horizonte....!
¡Pues no! ¡Va a ser que yo tampoco soy muy romántica...!
Lo que se desparramaba al fondo era ni más ni menos, que los cuerpos sudorosos del equipo de los equipos, de todos los equipos de todas las modalidades deportivas por equipos, haciendo deporte al sol. ¿Qué deporte? ¡Ni idea!...¡Cualquier deporte! ¡Y qué más da! ¡A quién le importa eso!...(los únicos que hacíamos algo de provecho allí eramos nosotros)
Entonces entre gota y gota de sudor, entre sentadilla y sentadilla (si sentadilla, que lo del "squat" me parece un anglicismo innecesario habiendo "palabro" español al uso, además de una cursilada de pavo de gimnasio), entre el gorila y la princesa de mis sueños, entre la zumba y el step, volvia el famoso anuncio de Bikkembergs hecho realidad para nuestros ojos.
Se preguntaran si con las visiones y alucinaciones (¡que no, Angel, que no, que yo no me unto tu famoso alcohol para friegas con las hierbitas esas que tu le echas! ¡Ay cómo se entere tu mujer que son las de las risa, a tu edad deberías saber que no hay que abusar de los consejos y remedios de vecinas ya jubiladas!)
daba pie con bola...¡pues si!...que estoy acostumbrada a concentrarme un rato, pasar más tarde por Babia y volver a la realidad que me circunda saliendo medio airosa. Así que no perdimos ripio.
Para terminar, aunque supongo que a usted, Mr bikkembergs, no le interesará mucho, agradecer a los siete monitores a cada cual mejor, capitaneados por Ana, que cada año nos hacen sudar, reir, saltar, balilar y pasarlo cada vez mejor, y a nosotros el verdadero equipo, los que cada año repetimos en agosto, al borde del mar, porque nos gusta y porque lo echamos de menos en el largo invierno. a todos vosotros: ¡Nos vemos en 2012!
Sinceramente suya:
Una muy agradecida bonobo hembra.
P.D. Benditos Bikkembergs y...¡bendito pan de pueblo con tomate!
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