sábado, 23 de febrero de 2013

Intimidad

   Intimidad.
   Encontramos distintas acepciones traduciéndolo al inglés, léase: privacy, intimacy, familiarity, closeness, nearness, inimity.
   "La intimidad es el núcleo de la identidad personal, el centro de gravedad interno que nos permite guiar nuestra vida", son palabras de Francisco Barnosell.
   Y entre mis pensamientos centrados en las relaciones con personas que te marcan con sus miradas atentas y profundas, encontré entre mis lecturas la historia de Camille Claudel y Rodin. Descubrí sus rincones dolorosos en una web llamada "Mujeres Riot", que recomiendo con especial ahinco a quien quiera conocer las interesantes vidas de mujeres merecen ser descubiertas por los que aún no lo han hecho.
   Era inevitable no reencontrarme con obras tan bellas como "el vals", o "Sakountala" (basada en el drama hindú, en el que el rey Dusyanta pide perdón a su amante), o como las de su maestro y amante:"el pensador", o "el beso".
   No puedo olvidar la sensación al contemplarlas. Tenerlas al alcance de la mano. Esa mole de marmol blanco. Tan bello. Recuerdo el magnetismo, que me impedía alejarme de allí, de su presencia.
   Me ha ocurrido más veces, con otras obras, y son capaces de provocar en mi una burbuja que me aisla de lo que me rodea en ese instante, en la que el tiempo se suspende, se amortiguan los ruidos, y se aquieta el viento que alborota mi mente saltarina.
   Casi puedo oler, con el poder que tiene el olfato para rememorar, los aromas del jardín del museo del famoso escultor en París. Cierro los ojos y siento la temperatura, la humedad. Era un día gris de hará unos veinte años. Me gustó mirar por sus ventantas hacia abajo, como desde las ventanas de los majestuosos salones del Palazzo Rezzonico en Venecia. Disfruto imaginando cómo veían desde dentro de esas maravillosas salas el mundo que les tocó vivir, cúal era la perspectiva desde el interior del exterior que contemplaban.
   Y sin querer, he llegado a este punto en el que creo que el misterio de la obra que te atrapa, está en lograr que en lo que dura pasar por delante de ella, sea capaz de originar esos lazos invisibles que establezcan intimidad entre el observador y la creación.
   Aunque la verdadera razón que me ha impulsado a escribir son los vínculos que se establecen entre determinadas personas, con las que no tenemos un contacto diario, ni muy cercano, pero con las que desarrollas un espacio íntimo de enriquecimiento mutuo. A veces da vértigo. Cómo puedes conectar casi de inmediato. De pronto entras en la corriente de un rio de emociones y sensaciones compartidas, que nadie más escucha.
   Lo fascinante del asunto es que no es excluyente. Te puede pasar muchas personas o pocas, del mismo ámbito o distinto, de diferentes edades o las mismas, en una época de tu vida o en todas.
   ¡Regocíjense, está al alcance de todos!

   Les dejo con este fabuloso e íntimo video de Pink






Just give me a reason...

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