Ajos, alcaparrones y el método Wu Hsien

   Ha llegado de nuevo el buen rollo a nuestra isleta zen. Y esta vez ha sido de la mano de una página "güeb" (nunca mejor relacionada con güevo, según leeréis más adelante), que habla de todo un poco, pero que en el caso que nos ocupa trataba de un método Tao para aumentar la potencia sexual masculina. Pues bien, ¡ahí va el resumen y que sea lo que Dios quiera!:
   Recomienda realizar los siguientes ejercicios después del almuerzo y orientados al este, (aqui tenemos el primer escollo: ¿sabrán dónde está el este...?, bueno les daremos un voto de confianza que tienen una jornada muy dura por delante).
   Primero realizarán cuarenta y nueve respiraciones. (Que digo yo, que serán especiales, aunque no lo especifique, porque, que yo sepa, respirar, lo que se dice respirar, mi niño lo hace estupendamente)
  Comenzará (el macho ibérico, se entiende) a aplaudir o dar palmadas (como si no fuera lo mismo...) hasta que las manos estén rojas y se pongan calientes como el fuego. ( A todo esto, la susodicha compañera, pensará que le ha dado un repenterre, claro)-
   Después con la mano derecha se sujeta el escroto (que conste que no lo digo yo, que es cosa del mismísimo wu Hsien), mientras con la mano izquierda se frota el bajo vientre con un movimiento circular hacia la izquierda. Debe hacerlo ochenta y una veces.´( ¡mi madre, yo a la quince ya me había perdido!).  (¡Atención!: esto es cosecha mía, pero, por favor, los herniados de ombligo ¡tratense la zona con extrema delicadeza, por favor!...)
   Cambiar la mano (más que nada porque la debe de tener dormida) y se frota el bajo vientre con la mano derecha hacia la derecha, también ochenta y una veces, (osea un total de 162 frotamientos circulares)
   Ahora viene lo bueno:  A continuación, con la mano derecha se levanta el pico de jade (esto tampoco es invención mía, es literal) desde la raiz y se "sacude" hacia la derecha y hacia la izquierda, mientras se levantan las piernas varias veces. ( yo imagino que es que estará sentado o tumbado, claro).
   Terminado este laborioso proceso, se busca a la compañera (...desesperadamente por toda la casa, si es que está y no ha salido despavorida, que no lo estará si es un poco espabilada, después de espiar a su pareja, y comprobar que se ha vuelto realmente tarado ...) y la introduce el pico de jade en la puerta de jade (a todo esto si ha conseguido encontrarla )
   Por último e inmediatamente, el hombre (otra vez el macho ibérico, con fuerzas renovadas y el espíritu satisfecho) debe usar sus palmas ( que yo imagino que aunque haya pasado un buen rato, seguirán rojas como tomates de la juerga flamenca previa), para frotar su pico de jade muuuuuchas veces...

   Y colorín colorado el cuento de pico de jade se ha terminado.

   Una vez hecho el resumen de este apasionante texto, se queda una pensando ensimismada en la maravillosa escena que podría protagonizar quien yo me sé, venga a batir palmas (¡oye que eso lo hace de maravilla, con ritmo, al compás y lo que le echen), rascarse la barriga circularmente y sacudiéndosela de derecha a izquierda mientras levanta airoso las piernas al aire, para terminar frota que te frota...¡Luego dice que no es romántico!...¡qué hay más romántico que tu chico haga esto por ti!...
   Después de recuperar el aliento, con dolor de mandíbulas, ahogarnos en risas e hipos, y como colofón a esta inusitada conversación, dice una de nosotras muy decidida:
-¡Pués yo, he decidido, que en cuanto llegue a casa, me abro una cerveza fresquita y me la bebo con unos ajos y alcaparrones!
   ¡Di que si, que nos ha dado hambre! ¡Y que mejor que los ajos y alcaparrones para acompañar una sesión del famoso método Wu hsien!
   Una advertencia: No estoy yo muy segura que no sea un pelín peligroso el temita... por si acaso recomiendo sustituirlo por algo ya conocido y probado, y sino, darle a los ajos y los alcaparrones.