sábado, 31 de diciembre de 2011
martes, 27 de diciembre de 2011
¡Jo cómo mola acero puro!
¡Mola, mola, mola!
Si. Si. ¡Qué ya se! ¡No tienen que recordarme que tengo cuarenta y dos años!
Lo que no saben, es que esta pasada Nochebuena, me mordió en el cuello un reno vampiro (tan de moda últimamente), y me ha contagiado el espíritu de los niños.
Así que una vez hecha la confesión, toca entrar en materia. Primero decir, que no pensé que pudiera ser de mi agrado esta peli, más allá de pasar un rato agradable con mis hijos. Pero me sorprendió y me gustó la fotografía, la música, la iluminación, la historia simple...Y, ¡cómo no, Lobezno!, alias Hugh Jackman (...la mordedura del reno vampiro no implica necesariamente, que me haya quedado tonta y lela...)
Durante la proyección miraba las caritas alucinadas de mis hijos, y me descubría a mi misma, apretando los puños, (¡en qué hora me han crecido las uñas!), contrayendo todos los músculos que una tiene, sin moverme de la butaca. Disfrutando como ellos.
Me han encantado los bailes que se marcaban el robot y el niño. Me he reido con ellos imaginando y recordando.
Tendría que contar en este momento otro secretillo, y es que, hace ya algún tiempo que descubrí que una de las cosas que más me gustan, es dar puñetazos y patadas. (Deportivamente hablando, claro) ¡Qué se le va a hacer! ¡Una vez me picó una mosca, y me quedé así!
El trasfondo simple del argumento es feo. La historia de Charlie es fea, dolorosa, su mundo oscuro, y él, roto, perdido, viejo, sin solución, sin raices, sin pasado ni futuro, con traumas, neuras, dolor y mucha superficialidad. Realmente es para vomitar sobre ese juguete roto, sólo que como es una peli para niños, y es Navidad, te acaba haciendo gracia.
Aunque también tiene otra cara, la de la aceptación, que no resignación. La aceptación de la realidad tal cual es, la aceptación de las reglas del juego, la aceptación de las circunstancias actuales, la aceptación de las personas como son, la aceptación de sus deseos y sus necesidades. Amar sin poner condiciones, asumiendo el dolor que conlleva. En la distancia, en el olvido, en el rechazo, en el descubrimiento sorprendente y en el encuentro paulatino. Amar sin tener.
En resumen: ¡Lo pasamos bien!
Y al encenderse las luces de la sala y mirar hacia el suelo para no tropezar, ¡oh, sorpresa! ¡llevaba puestas las botas de boxeo marrones con el forro naranja! ¡Qué coincidencia!
Si. Si. ¡Qué ya se! ¡No tienen que recordarme que tengo cuarenta y dos años!
Lo que no saben, es que esta pasada Nochebuena, me mordió en el cuello un reno vampiro (tan de moda últimamente), y me ha contagiado el espíritu de los niños.
Así que una vez hecha la confesión, toca entrar en materia. Primero decir, que no pensé que pudiera ser de mi agrado esta peli, más allá de pasar un rato agradable con mis hijos. Pero me sorprendió y me gustó la fotografía, la música, la iluminación, la historia simple...Y, ¡cómo no, Lobezno!, alias Hugh Jackman (...la mordedura del reno vampiro no implica necesariamente, que me haya quedado tonta y lela...)
Durante la proyección miraba las caritas alucinadas de mis hijos, y me descubría a mi misma, apretando los puños, (¡en qué hora me han crecido las uñas!), contrayendo todos los músculos que una tiene, sin moverme de la butaca. Disfrutando como ellos.
Me han encantado los bailes que se marcaban el robot y el niño. Me he reido con ellos imaginando y recordando.
Tendría que contar en este momento otro secretillo, y es que, hace ya algún tiempo que descubrí que una de las cosas que más me gustan, es dar puñetazos y patadas. (Deportivamente hablando, claro) ¡Qué se le va a hacer! ¡Una vez me picó una mosca, y me quedé así!
El trasfondo simple del argumento es feo. La historia de Charlie es fea, dolorosa, su mundo oscuro, y él, roto, perdido, viejo, sin solución, sin raices, sin pasado ni futuro, con traumas, neuras, dolor y mucha superficialidad. Realmente es para vomitar sobre ese juguete roto, sólo que como es una peli para niños, y es Navidad, te acaba haciendo gracia.
Aunque también tiene otra cara, la de la aceptación, que no resignación. La aceptación de la realidad tal cual es, la aceptación de las reglas del juego, la aceptación de las circunstancias actuales, la aceptación de las personas como son, la aceptación de sus deseos y sus necesidades. Amar sin poner condiciones, asumiendo el dolor que conlleva. En la distancia, en el olvido, en el rechazo, en el descubrimiento sorprendente y en el encuentro paulatino. Amar sin tener.
En resumen: ¡Lo pasamos bien!
Y al encenderse las luces de la sala y mirar hacia el suelo para no tropezar, ¡oh, sorpresa! ¡llevaba puestas las botas de boxeo marrones con el forro naranja! ¡Qué coincidencia!
lunes, 26 de diciembre de 2011
Letters from Venice
"Si lees mucho, ya sabes que nada es tan grandioso como lo has imaginado. Venecia es ...Venecia es mejor."
Fran Lebowitz
sábado, 24 de diciembre de 2011
Veinticuatro de diciembre de dos mil once
Recién terminado de leer el artículo de Maruja Torres correspondiente a este fin de semana navideño, no podía hacer otra cosa que copiarla torpemente, y titular este post con la fecha de hoy, para de esa forma plasmar lo que muy dentro de mi ya sabía: "Porque soy perfectamente consciente, en ese instante, de la fugacidad, y del valor que la brevedad de la vida encierra". "Da vértigo y da gloria".
Y es que, si encima escribes en un blog, y no lo guardas en papel, imagino que esa sensación de perdurabilidad desaparece en este mar virtual en el que todo es intangible, excepto las teclas que aprieto. Pero eso me gusta, aunque comparto que da cierto vértigo. La certeza de que uno es chiquitísimo, y de que hay miles de personas escribiendo ahora mismo, bien o mal, contando sus cosas, las trascendentes y las que no lo son, en esta monumental sopa de ondas por la que nos conectamos, nos expandimos. nos conocemos, hace o debería hacernos un poco más humildes, màs tolerantes, más comprensivos.
"Que el amor os salga bien. Es lo primero que se me ocurre. El amor largo, la pasión profunda, incluso el calentón breve y primario. Que os salga bien".
"Que ni la bondad ni el amor me sean indiferentes nunca, ni en los peores momentos. Sobre todo, en los peores momentos".
Después de esto, ¿¡qué podría yo añadir!?: ¡Nada!
Lo suscribo, y además recomiendo, como siempre, leer el árticulo completo para disfrutarlo como yo he hecho.
QUE EL AMOR OS SALGA BIEN. EL AMOR LARGO, LA PASIÓN PROFUNDA, INCLUSO EL CALENTÓN BREVE Y PRIMARIO. QUE OS SALGA BIEN.
( Eva41. Umm. Niña de la mañana. Creo que no hablamos del mismo ego. Siempre hay un porqué. Que tengas un buen veranito. Si que te llevaría tiempo. Las saco pensando que os gusten. Me tomo muy en serio mi trabajo. Más información en la recepción. Espero y deseo que este sea el último.)
Y es que, si encima escribes en un blog, y no lo guardas en papel, imagino que esa sensación de perdurabilidad desaparece en este mar virtual en el que todo es intangible, excepto las teclas que aprieto. Pero eso me gusta, aunque comparto que da cierto vértigo. La certeza de que uno es chiquitísimo, y de que hay miles de personas escribiendo ahora mismo, bien o mal, contando sus cosas, las trascendentes y las que no lo son, en esta monumental sopa de ondas por la que nos conectamos, nos expandimos. nos conocemos, hace o debería hacernos un poco más humildes, màs tolerantes, más comprensivos.
"Que el amor os salga bien. Es lo primero que se me ocurre. El amor largo, la pasión profunda, incluso el calentón breve y primario. Que os salga bien".
"Que ni la bondad ni el amor me sean indiferentes nunca, ni en los peores momentos. Sobre todo, en los peores momentos".
Después de esto, ¿¡qué podría yo añadir!?: ¡Nada!
Lo suscribo, y además recomiendo, como siempre, leer el árticulo completo para disfrutarlo como yo he hecho.
QUE EL AMOR OS SALGA BIEN. EL AMOR LARGO, LA PASIÓN PROFUNDA, INCLUSO EL CALENTÓN BREVE Y PRIMARIO. QUE OS SALGA BIEN.
( Eva41. Umm. Niña de la mañana. Creo que no hablamos del mismo ego. Siempre hay un porqué. Que tengas un buen veranito. Si que te llevaría tiempo. Las saco pensando que os gusten. Me tomo muy en serio mi trabajo. Más información en la recepción. Espero y deseo que este sea el último.)
lunes, 19 de diciembre de 2011
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Un sandwich de pollo y dos medidas recién descubiertas.
...Y dirán: ¿Qué tendrán que ver los emparedados con las mediciones?
¡Lo único que tienen en común es que han coincidido en el tiempo! Más concretamente en veinticuatro horas.
Como en muchas ocasiones me ocurre, leo los suplementos dominicales fuera de fecha, siendo esta mañana cuando me he topado con un artículo en el Pais Semanal titulado " Un desnudo exquisito" sobre el cabaret Crazy Horse, y entre fotos bellísimas y anécdotas varias, me he encontrado con "el legado intocable de su fundador, a sabe, el canon estético de las bailarinas no puede variar: 21 centímetros entre pezón y pezón, y 13 centímetros entre el pubis y el ombligo".
...¡Ahí es nada!...
...¿¡Y qué hago yo ahora!?...
¡Manos a la obra! (...¡Nunca mejor dicho!...), ¡Rápidamente: una cinta métrica!....¡¡¡No puede ser, no tengo!!!
(¿Cómo es posible que no me haya apuntado a corte y confección?, ¡no, si así me va!)...Bueno, algo habrá por casa...¡Ay, ya se!...¡La regla metálica del scrapbooking, que llega hasta 30 cm, me basta y me sobra!
¡Allá que voy!
A ver, a ver...(¡Ay qué fria está la regla jolines!)...¡No me lo puedo creer, a mis 42 años, y entro en el canon del "cabarete"!...¡Qué subidón. qué alegrón!, ¡Y si entro yo entran todas mis amigas! ¡Esto es el despiporre!...¡Qué conjunto coral podríamos hacer, todas emplumadas dando saltos de aquí para allá! (Realmente hay que pensarlo, que seguro que ganan una pasta)
Y ahora a la reflexión. ¿A quién de ustedes se le hubiera ocurrido pensar en esas dos mediciones?...¡A mi no, ya se lo digo!...Y total, para que las quiero, si no me piden esos datos ni en el colegio de los niños, ni en el ayuntamiento, ni en la declaración de la renta, ni en el médico, ni en el super...Servir, no me sirven para nada, y aún así, lo primero que he hecho es ir a buscar un metro. ¡Cómo somos!, todo por el famoso culto al cuerpo.
¡Yo que me he negado siempre a pensar en la mujer como un "cachocarne"! Pues aquí vienen los cabarets, la medicina y la biología, para demostrarme machaconamente, que sí, que somos más que eso, pero que no podemos negar que somos un pedazo de carne con fecha de caducidad. Nos guste o no.
Y ahora viene la segunda parte, la del sandwich.
Me tocaba la revisión anual ginecológica, que por esto de que no me duele nada y el miedo que le tengo a los resultados, había pasado a ser bianual. Cómo muchas mujeres sabrán, ahora puedes hacerte todas las pruebas en el mismo día y en el mismo sitio, y así ahorras tiempo (que estamos en tiempos de crisis, y hay que ahorrar de donde sea).
Vas pasando de consulta en consulta, de vestidor en vestidor, siguiendo a una amables enfermeras que te explican punto por punto todo lo que debes hacer, pero claro, por mucho que hayas pasado por esto muchas veces, seas ya mayor, hayas parido dos hijos, llevas metido el miedo en el cuerpo y una se aturulla. Ya no sabes que te tienes que quitar, si la parte de arriba o la de abajo, si has dejarte los calcetines de fresitas o no, si te abrochas o te desabrochas, si cojes el bolso o no...(¡parece que estés en el aeropuerto con las dichosas bandejitasy los escáneres!)...Asomas la gaita a ver si pasa algún alma caritativa por el pasillo, pero no, así que sales como te parece. eso si, ¡con la batita azul transparente que le entregan en la entrada!...¡No sabes si es pudorosa o no, si es sexy o no!...Claro, que como somos muy modernos y ecológicos es reciclable y le recuerdan al salir de cada cabina que has de reutilizarla para la siguiente prueba. (Yo había pensado mangarla y utilizarla para hacer un lap dance con algún conjuntito super push up, que la cosa no está para push down, pero he decidido que lo mismo lleva algún dispositivo, y me suena la alarma al salir de la clínica, y la he depositado en el correspondiente contenedor de batas, que por cierto no me fijé en el color asignado, qué fallo).
Súbase aquí. Ponga las piernas así. ¡Flojita! Muy bien...Bajese. Ahí tiene papel para limpiarse...( ¡Vale!...¿pero no se va?...miro disimuladamente...está haciendo sus papeles...¡qué corte!...bueno algo répido...¡ya está!)
Estira el brazo. Ponte de frente. Saca el culito en pompa. Sujetate la otra con la mano...¡Y ya está hecho el sandwich de pechuga de pollo!...¡Qué repelús! ¡Yo no miro ni de reojo!...¡No somos nada!
Ahora sin bromas. ¡Qué vulnerables nos sentimos las mujeres en estos momentos! Aun habiendo pasado por ellos decenas de veces, y habiendo mejorado las técnicas, y teniendo la mejor y delicada atención por parte de los médicos y enfermeras. Siguen siendo situaciones por las que uno pasa porque sabe que es por su bien, y que con ellas podemos prevenir muchas enfermedades. Hay que hacerlas. Salvan vidas. Y luego con tus amigas de ríes de las anécdotas.
¡Qué momentos!
¡Lo único que tienen en común es que han coincidido en el tiempo! Más concretamente en veinticuatro horas.
Como en muchas ocasiones me ocurre, leo los suplementos dominicales fuera de fecha, siendo esta mañana cuando me he topado con un artículo en el Pais Semanal titulado " Un desnudo exquisito" sobre el cabaret Crazy Horse, y entre fotos bellísimas y anécdotas varias, me he encontrado con "el legado intocable de su fundador, a sabe, el canon estético de las bailarinas no puede variar: 21 centímetros entre pezón y pezón, y 13 centímetros entre el pubis y el ombligo".
...¡Ahí es nada!...
...¿¡Y qué hago yo ahora!?...
¡Manos a la obra! (...¡Nunca mejor dicho!...), ¡Rápidamente: una cinta métrica!....¡¡¡No puede ser, no tengo!!!
(¿Cómo es posible que no me haya apuntado a corte y confección?, ¡no, si así me va!)...Bueno, algo habrá por casa...¡Ay, ya se!...¡La regla metálica del scrapbooking, que llega hasta 30 cm, me basta y me sobra!
¡Allá que voy!
A ver, a ver...(¡Ay qué fria está la regla jolines!)...¡No me lo puedo creer, a mis 42 años, y entro en el canon del "cabarete"!...¡Qué subidón. qué alegrón!, ¡Y si entro yo entran todas mis amigas! ¡Esto es el despiporre!...¡Qué conjunto coral podríamos hacer, todas emplumadas dando saltos de aquí para allá! (Realmente hay que pensarlo, que seguro que ganan una pasta)
Y ahora a la reflexión. ¿A quién de ustedes se le hubiera ocurrido pensar en esas dos mediciones?...¡A mi no, ya se lo digo!...Y total, para que las quiero, si no me piden esos datos ni en el colegio de los niños, ni en el ayuntamiento, ni en la declaración de la renta, ni en el médico, ni en el super...Servir, no me sirven para nada, y aún así, lo primero que he hecho es ir a buscar un metro. ¡Cómo somos!, todo por el famoso culto al cuerpo.
¡Yo que me he negado siempre a pensar en la mujer como un "cachocarne"! Pues aquí vienen los cabarets, la medicina y la biología, para demostrarme machaconamente, que sí, que somos más que eso, pero que no podemos negar que somos un pedazo de carne con fecha de caducidad. Nos guste o no.
Y ahora viene la segunda parte, la del sandwich.
Me tocaba la revisión anual ginecológica, que por esto de que no me duele nada y el miedo que le tengo a los resultados, había pasado a ser bianual. Cómo muchas mujeres sabrán, ahora puedes hacerte todas las pruebas en el mismo día y en el mismo sitio, y así ahorras tiempo (que estamos en tiempos de crisis, y hay que ahorrar de donde sea).
Vas pasando de consulta en consulta, de vestidor en vestidor, siguiendo a una amables enfermeras que te explican punto por punto todo lo que debes hacer, pero claro, por mucho que hayas pasado por esto muchas veces, seas ya mayor, hayas parido dos hijos, llevas metido el miedo en el cuerpo y una se aturulla. Ya no sabes que te tienes que quitar, si la parte de arriba o la de abajo, si has dejarte los calcetines de fresitas o no, si te abrochas o te desabrochas, si cojes el bolso o no...(¡parece que estés en el aeropuerto con las dichosas bandejitasy los escáneres!)...Asomas la gaita a ver si pasa algún alma caritativa por el pasillo, pero no, así que sales como te parece. eso si, ¡con la batita azul transparente que le entregan en la entrada!...¡No sabes si es pudorosa o no, si es sexy o no!...Claro, que como somos muy modernos y ecológicos es reciclable y le recuerdan al salir de cada cabina que has de reutilizarla para la siguiente prueba. (Yo había pensado mangarla y utilizarla para hacer un lap dance con algún conjuntito super push up, que la cosa no está para push down, pero he decidido que lo mismo lleva algún dispositivo, y me suena la alarma al salir de la clínica, y la he depositado en el correspondiente contenedor de batas, que por cierto no me fijé en el color asignado, qué fallo).
Súbase aquí. Ponga las piernas así. ¡Flojita! Muy bien...Bajese. Ahí tiene papel para limpiarse...( ¡Vale!...¿pero no se va?...miro disimuladamente...está haciendo sus papeles...¡qué corte!...bueno algo répido...¡ya está!)
Estira el brazo. Ponte de frente. Saca el culito en pompa. Sujetate la otra con la mano...¡Y ya está hecho el sandwich de pechuga de pollo!...¡Qué repelús! ¡Yo no miro ni de reojo!...¡No somos nada!
Ahora sin bromas. ¡Qué vulnerables nos sentimos las mujeres en estos momentos! Aun habiendo pasado por ellos decenas de veces, y habiendo mejorado las técnicas, y teniendo la mejor y delicada atención por parte de los médicos y enfermeras. Siguen siendo situaciones por las que uno pasa porque sabe que es por su bien, y que con ellas podemos prevenir muchas enfermedades. Hay que hacerlas. Salvan vidas. Y luego con tus amigas de ríes de las anécdotas.
¡Qué momentos!
martes, 6 de diciembre de 2011
Reto diciembre Bámbola
Materiales utilizados:
Básico AC Cardstock christmas de American Crafts. De Webster's Pages, papel mod Your Life. Beutiful. Autocollant sticker Scandinave red. Accent Stickers Dear Lizzy +American Crafts. Glitter Letter Stickers mod lullaby también de American Crafts.
He querido acordarme en esta layout, correspondiente al reto de diciembre de Bámbola, del Adviento.
Esa época que olvidamos y apartamos por la apremiante llegada de las fechas navideñas, de la que sólo se acuerdan hoy los fabricantes de canlendarios de chocolate, y que inundan los supermercados en estos días.
Su duración es de 21 a 28 días, e incluye los cuatro domingos previos a la festividad de la Navidad. Es el primer periodo del años litúrgico cristiano, y corresponde a la preparación para el nacimiento de Cristo.
Es un tiempo de reflexión y perdón.
En la tradición cristiana, era costumbre colocar una corona de ramas de pino y cuatro velas que correspoden a las cuatro virtudes en las que hemos de mejorar durante estas cuatro semanas: el amor, la paz, la tolerancia y la fe.
Siendo esta, una tradición religiosa que se ha transformado con el paso del tiempo en fiesta, consumismo, derroche y superficialidad, nos da que pensar. De hecho, en estos días de incertidumbre laboral y económica, en la que parece que todo el globo terráqueo está convulso, podríamos pararnos y reflexionar.
Disfrutar de las pequeñas grandes cosas que nos rodean, vivirlas a tope, y escrapear esos momentos íntimos, intensos y hermosos previos a la Navidad.
Hay que preguntar porqué
Me inspiras.
Todavía me inspiras.
También me expiras.
Tu mirada.
Me llenas.
Todavia me llenas.
También me vacías.
Tu espíritu.
Me motivas.
Todavía me motivas.
También me bloqueas.
Tu fuerza.
Me diviertes.
Todavía me diviertes.
También me aburres.
Tu energía.
Me sanas.
Todavia me sanas.
También me enfermas.
Tus dramas.
Me construyes.
Todavía me construyes.
También me destruyes.
Tus neuras.
Me aupas.
Todavía me aupas.
También me hundes.
Tus traumas.
Me recuerdas.
Todavia me recuerdas.
También me olvidas.
Tu alma.
Todavía me inspiras.
También me expiras.
Tu mirada.
Me llenas.
Todavia me llenas.
También me vacías.
Tu espíritu.
Me motivas.
Todavía me motivas.
También me bloqueas.
Tu fuerza.
Me diviertes.
Todavía me diviertes.
También me aburres.
Tu energía.
Me sanas.
Todavia me sanas.
También me enfermas.
Tus dramas.
Me construyes.
Todavía me construyes.
También me destruyes.
Tus neuras.
Me aupas.
Todavía me aupas.
También me hundes.
Tus traumas.
Me recuerdas.
Todavia me recuerdas.
También me olvidas.
Tu alma.
Tranquilizándome y serenándome te dije:
ADIOS.("Para todas las mujeres que han pasado por esto, mi cariño y homenaje")
domingo, 4 de diciembre de 2011
viernes, 2 de diciembre de 2011
Salta de blog en blog con Bámbola
Bienvenidos al Blog Hop de Navidad de Bámbola.
Si me habéis encontrado siguiendo las miguitas que han dejado Sueli y Marina: http://blogdemarinag.blogspot.com ya sabéis que el camino más divertido e interesante, será continuar por los demás blogs de este blog hop.
Si has caido por casualidad, te recomiendo comenzar esta aventura creativa por el principio, oseasé Bambola Casa Creativa : http://bambolacasacreativa.blogspot.com
¡PREPARADOS, LISTOS, YA!
¡Saltad, saltad, y saltad!
¡Brincad, brincad y brincad!
... ... ... ¡qué llega la Navidad!
Ya sabéis que podéis continuar en el siguiente blog: http://unamujerconuncutter.blogspot.com/
¡Divertíos, scrapear, y dejar comentarios en los blogs! ¡Se sorteará un kit entre los participantes!
miércoles, 30 de noviembre de 2011
domingo, 20 de noviembre de 2011
20.11 del 20 11
Debería estar escribiendo sobre las elecciones generales, sobre la jornada de reflexión, o del futuro que nos depararán las urnas. Pero no me apetece. Tampoco voy a colgar una entrada que escribí el sábado pasado sobre un artículo de Barbara Alpuente titulado "el hombre perfecto". Precisamente hoy no quiero hablar ni del hombre perfecto ni del imperfecto.
Serán estas torpes palabras mías, un homenaje a una amiga.
Una amiga que ayer vomitó.
Vomitó su vida.
O quizás su no vida.
Y se me revolvió la cena.
Se me revolvieron mis pensamientos.
Se me enmohecieron los sentimientos.
Un estropajo áspero se enredó en las tripas.
Y el local de diseño se me tornó irreal.
Un extraño escenario para una hiriente historia real.
Tengo el alma acongojada.
Tengo mi conciencia de mujer dañada.
Siento mis pies temblar sobre el suelo inestable de la vida.
Se cruzan como relámpagos en nuestras vidas personas, que nos muestran durante un tiempo una cara trucada. Y nos hacen dudar de nosotros mismos, de que el concepto del mundo que sostiene nuestro dia sea real. Ni siquiera llego a decir corrrecto o moral. Siembran la duda sobre los pilares fundamentales de tu existencia, sobre la verdad de las personas, sobre la bondad, la fe en el otro, el valor de la palabra, la honestidad, la lealtad, la sinceridad. Vuelven tu vida del revés, de repente, cuando tu vivías feliz en tu paréntesis paradisiaco particular, y dejan tu alma y tu mente patas arriba.
Pienso en esos "alguienes"
Aún sabiendo que nunca lo negro es del todo negro, ni lo blanco es blanco puro, que nadamos en un mar de grises, me sobresalta haber tenido una mirada limpia e inocente de ellos.
Duele sentirse engañado, para despúes invadirte una sensación de vacio y nausea.
Mi homenaje hoy es para las personas valientes, verdaderas, sinceras, honestas, que se miran al espejo y no se avergüenzan de lo que ven. Que no fingen. Que sienten de verdad. Seres luminosos. Que brillan por su bondad, integridad, autenticidad y no por las apariencias.
No todo el mundo es igual.
El mundo en el que creo y las personas en las que creo existen, son reales.
La vida brillaba antes. No lo ha dejado de hacer nunca.
Frota tu lámpara y saca el genio.
Déjale que encuentre ese camino de claridad.
Y recórrelo.
Y crece.
Serán estas torpes palabras mías, un homenaje a una amiga.
Una amiga que ayer vomitó.
Vomitó su vida.
O quizás su no vida.
Y se me revolvió la cena.
Se me revolvieron mis pensamientos.
Se me enmohecieron los sentimientos.
Un estropajo áspero se enredó en las tripas.
Y el local de diseño se me tornó irreal.
Un extraño escenario para una hiriente historia real.
Tengo el alma acongojada.
Tengo mi conciencia de mujer dañada.
Siento mis pies temblar sobre el suelo inestable de la vida.
Se cruzan como relámpagos en nuestras vidas personas, que nos muestran durante un tiempo una cara trucada. Y nos hacen dudar de nosotros mismos, de que el concepto del mundo que sostiene nuestro dia sea real. Ni siquiera llego a decir corrrecto o moral. Siembran la duda sobre los pilares fundamentales de tu existencia, sobre la verdad de las personas, sobre la bondad, la fe en el otro, el valor de la palabra, la honestidad, la lealtad, la sinceridad. Vuelven tu vida del revés, de repente, cuando tu vivías feliz en tu paréntesis paradisiaco particular, y dejan tu alma y tu mente patas arriba.
Pienso en esos "alguienes"
Aún sabiendo que nunca lo negro es del todo negro, ni lo blanco es blanco puro, que nadamos en un mar de grises, me sobresalta haber tenido una mirada limpia e inocente de ellos.
Duele sentirse engañado, para despúes invadirte una sensación de vacio y nausea.
Mi homenaje hoy es para las personas valientes, verdaderas, sinceras, honestas, que se miran al espejo y no se avergüenzan de lo que ven. Que no fingen. Que sienten de verdad. Seres luminosos. Que brillan por su bondad, integridad, autenticidad y no por las apariencias.
No todo el mundo es igual.
El mundo en el que creo y las personas en las que creo existen, son reales.
La vida brillaba antes. No lo ha dejado de hacer nunca.
Frota tu lámpara y saca el genio.
Déjale que encuentre ese camino de claridad.
Y recórrelo.
Y crece.
jueves, 17 de noviembre de 2011
sábado, 12 de noviembre de 2011
¿Can you feel it?
¿Puedes sentirlo?
No siempre se puede.
No siempre dan ganas.
No siempre tienes fuerzas.
No siempre es el momento.
Pero hay que intentarlo.
Hay que sentirlo.
...Cierra los ojos...
¿Ahora?
¡Si, ahora!
...Yo lo hago...
¿Qué ves mientras escuchas la canción?
¡Cierra los ojos! No los abras
...Yo no lo hago...
¿Qué recuerdas?
¿Qué imágenes visitan tu mente?
¿Se te dibuja una sonrisa?
¡A qué sí!
...A mi también...
¡Ahora no quieres abrir los ojos!
...Yo tampoco...
Sigue escuchando...
¿Comienzan a moverse tus pies?
...Los mios también...
Puedes levantarte.
¡Si te apetece puedes bailar!
...Yo estoy bailando...
¡Eso si, ahora, para no marearte. te aconsejo abrir los ojos!
A cambio te pido: ¡ qué saltes y botes!
¡Rie fuerte! ¡Grita si te lo pìde el cuerpo!
¿Lo sientes ahora?
¿Sientes la energía?
¿La recuerdas?
La mía no se ha marchado.
Sigue ahí.
Recordando.
¡No pares!
¡No dejes de bailar y cantar!
¡Aprovéchalo! Son sólo casi cinco minutos.
¿Quién o qué pasea por tus pensamientos?
¡Atrápalo!
¡Seguro que es bueno!
¡Y divertido! ¡A qué sí!
...Yo atrapé la energía que hace que el vello de todo mi cuerpo se erice.
Que hace que un escalofrío recorra mi cuerpo de los pies a la cabeza.
De norte a sur. De este a oeste.
Es lo mismo.
Siéntelo.
Si estás con amigos.
Si te preparas para salir,
Si estás trabajando.
Si estás acordándote.
Si no haces nada.
Aprovecha esta energía. Compártela.
Da alegría. Te hace avanzar. Te hace reir. Te da positividad. Te da fuerza. Te da ilusión. Te dan ganas.
Si te lo da ...¿Porqué no lo coges?
Yo lo hago.
¿Can you feel it?
¡Play it again!
¡Y do it!
viernes, 11 de noviembre de 2011
domingo, 6 de noviembre de 2011
ESPERO Y DESEO
Espero y deseo que el sol salga cada día.
Espero y deseo que la Tierra siga girando.
Espero y deseo que la música nunca pare.
Espero y deseo seguir bailando.
Espero y deseo no perder la ilusión.
Espero y deseo seguir creyendo.
Espero y deseo no dejar de sentir.
Espero y deseo recordar con alegría.
Espero y deseo no dejar de compartir.
Espero y deseo tu felicidad
viernes, 4 de noviembre de 2011
Escenas de una mamá en día de lluvia
¡Te vi el otro día recogiendo a los crios!
Es una frase que me han dicho repetidamente amigos y conocidos, desde que tengo niños, claro.
Podría quedarse así. En una más de las que se dicen. Pero no: ¡Esta frase tiene "telemandengue"! (Que supongo que significa enjundia)
Porque...¡Para qué te lo dicen!...¿Con qué intención?...Si en realidad, ni te pararon, ni te saludaron, ni tu los viste...¿Qué sentido sacarlo ahora a relucir?
¡A que no te lo dicen el día que vas de cena requetemonísima de la muerte, con los taconazos y la minifalda! ¡A qué no!...¡Pues claro!...¡Tiene que tener una segunda y graciosilla y retorcida lectura!
¡Qué pinta debería de llevar, para llamar su atención y recordarlo días después!
¿¡Le sorprendería la multitud de bolsas, bolsitas, mochilas, mochilitas, carros, carritos, carpetas, carpetitas, que cuelgan de todas partes de mi cuerpo, cual perchero, y que hacen que realmente, si sólo llevo una, no sienta que está sobre mi hombro!?
¡Sería que aparqué en una isleta de arenas movedizas, y que para entrar y salir de ella tuve que sumergir mis pies hasta los tobillos!...¡¡¡No pueden imaginarse que asquito y sensación!
¿O sería, tal vez, cuando el paraguas cobró vida y comenzó a elevarse enloquecido y a girar en todas direcciones como poseido? ...¡Realmente, esto fué un momento de lucidez!...¡Tomé conciencia del inmenso valor de la energía eólica!...¡Toda yo era un molino de viento generando y consumiendo energía, sólo que sin ton ni son!
Reconozco, que hoy ha sido un día de esos que debíamos de dar o risa o pena, no lo se exactamente.
El caso, es que a la salida del cole, muy oportunamente, se ha puesto a diluviar. Y claro, sitúense, todos los papás con sus retoños saliendo a mogollón, por la misma puerta, en el mismo momento, con los bocadillos en ristre y paraguas infantiles por doquier. (Tengo que decir, que la mayoría de los adultos eran incapaces de abrir los suyos, fundamentalmente por imposibilidad física, bien sea por todo lo que sus manos ya sujetan, bien por dificultad espacial)
¡Esto es otra singularidad!...¡Porque ya me diran!...¡Si los niños son los que van abrigados, llevan capuchas, impermeables, botas de agua, y todos los complementos!...¡Y además, maliciosamente, las puntas de las varillas de los mini paragüitas llegan peligrosamente a la altura de los ojos adultos, apuntando en todas direcciones!
Dejaremos el asunto irresoluble de los paragüas para otra ocasión, que tiene tela.
Sigamos. Las conversaciones, otras tardes dilatadas, han sido sustituidas por monosílabos y alguna que otra orden a voz en grito.
¡Cómo de escalofriante debía de ser la escena, que todos los autobuses, camiones, furgonetas, autocares y coches particulares, te cedían amablemente el paso cruzaras por donde cruzaras.
Yo que soy bienpensante, me dije a mi misma lo orgullosa que estaba de mis conciudadanos, qué prudencia, consideración. qué urbanidad (como decían mis abuelos), bueno que les voy a contar...¡todo halagos!...hasta que, por el rabillo del ojo he dirigido mi mirada a la cara del autobusero...¡Eso era un poema!...¡Era una mezcla de misericordia y tronchamiento!
¡Ahora que caigo! ¡Otro tema candente y de suma importancia en estos días otoñales!: Habrán observado que cuando llevan la capucha puesta y uno gira el cuello, bien para cruzar, bien para saludar, para lo que sea, se te mete toda la cara en el interior de la susodicha capucha y te introduces dentro de ella, como si de una cueva se tratara, y en un instante, te encuentras mirando al forrillo de esta, en vez de a tu objetivo.
¡Tanto me fastidia esto, que he llegado a sacarmela por detrás de las orejas, como si fuera la melena, para poder ver y oir! Ahora, eso si, siempre entre gente de confianza, que luego te dicen aquello de:
¡Te vi el otro día recogiendo a los niños!
Es una frase que me han dicho repetidamente amigos y conocidos, desde que tengo niños, claro.
Podría quedarse así. En una más de las que se dicen. Pero no: ¡Esta frase tiene "telemandengue"! (Que supongo que significa enjundia)
Porque...¡Para qué te lo dicen!...¿Con qué intención?...Si en realidad, ni te pararon, ni te saludaron, ni tu los viste...¿Qué sentido sacarlo ahora a relucir?
¡A que no te lo dicen el día que vas de cena requetemonísima de la muerte, con los taconazos y la minifalda! ¡A qué no!...¡Pues claro!...¡Tiene que tener una segunda y graciosilla y retorcida lectura!
¡Qué pinta debería de llevar, para llamar su atención y recordarlo días después!
¿¡Le sorprendería la multitud de bolsas, bolsitas, mochilas, mochilitas, carros, carritos, carpetas, carpetitas, que cuelgan de todas partes de mi cuerpo, cual perchero, y que hacen que realmente, si sólo llevo una, no sienta que está sobre mi hombro!?
¡Sería que aparqué en una isleta de arenas movedizas, y que para entrar y salir de ella tuve que sumergir mis pies hasta los tobillos!...¡¡¡No pueden imaginarse que asquito y sensación!
¿O sería, tal vez, cuando el paraguas cobró vida y comenzó a elevarse enloquecido y a girar en todas direcciones como poseido? ...¡Realmente, esto fué un momento de lucidez!...¡Tomé conciencia del inmenso valor de la energía eólica!...¡Toda yo era un molino de viento generando y consumiendo energía, sólo que sin ton ni son!
Reconozco, que hoy ha sido un día de esos que debíamos de dar o risa o pena, no lo se exactamente.
El caso, es que a la salida del cole, muy oportunamente, se ha puesto a diluviar. Y claro, sitúense, todos los papás con sus retoños saliendo a mogollón, por la misma puerta, en el mismo momento, con los bocadillos en ristre y paraguas infantiles por doquier. (Tengo que decir, que la mayoría de los adultos eran incapaces de abrir los suyos, fundamentalmente por imposibilidad física, bien sea por todo lo que sus manos ya sujetan, bien por dificultad espacial)
¡Esto es otra singularidad!...¡Porque ya me diran!...¡Si los niños son los que van abrigados, llevan capuchas, impermeables, botas de agua, y todos los complementos!...¡Y además, maliciosamente, las puntas de las varillas de los mini paragüitas llegan peligrosamente a la altura de los ojos adultos, apuntando en todas direcciones!
Dejaremos el asunto irresoluble de los paragüas para otra ocasión, que tiene tela.
Sigamos. Las conversaciones, otras tardes dilatadas, han sido sustituidas por monosílabos y alguna que otra orden a voz en grito.
¡Cómo de escalofriante debía de ser la escena, que todos los autobuses, camiones, furgonetas, autocares y coches particulares, te cedían amablemente el paso cruzaras por donde cruzaras.
Yo que soy bienpensante, me dije a mi misma lo orgullosa que estaba de mis conciudadanos, qué prudencia, consideración. qué urbanidad (como decían mis abuelos), bueno que les voy a contar...¡todo halagos!...hasta que, por el rabillo del ojo he dirigido mi mirada a la cara del autobusero...¡Eso era un poema!...¡Era una mezcla de misericordia y tronchamiento!
¡Ahora que caigo! ¡Otro tema candente y de suma importancia en estos días otoñales!: Habrán observado que cuando llevan la capucha puesta y uno gira el cuello, bien para cruzar, bien para saludar, para lo que sea, se te mete toda la cara en el interior de la susodicha capucha y te introduces dentro de ella, como si de una cueva se tratara, y en un instante, te encuentras mirando al forrillo de esta, en vez de a tu objetivo.
¡Tanto me fastidia esto, que he llegado a sacarmela por detrás de las orejas, como si fuera la melena, para poder ver y oir! Ahora, eso si, siempre entre gente de confianza, que luego te dicen aquello de:
¡Te vi el otro día recogiendo a los niños!
sábado, 29 de octubre de 2011
Yo soy mi presente
Tu eres mi pasado y mi futuro. Pero mi presente soy YO.
Soy feliz en mi.
Soy feliz por mi.
Soy feliz cuando rio, cuando callo, cuando camino, cuando corro, cuando medito, cuando sueño, cuando bailo, cuando comparto, cuando leo, cuando observo, cuando siento.
Pero también soy feliz en el dolor, en la tristeza, en las lágrimas, en la dificultad, en el revés, en el desengaño, en la angustia, en el miedo, en la vergüenza, en el rechazo.
Porque nadie te puede quitar lo que llevas dentro.
Disfruta de ello. Poténcialo. Enorgullécete de ello.
Es lo que llevas en tu interior lo que te hace libre. Lo que te permite salir. Lo que te salva.
Si yo soy capaz, vosotros también lo sois.
Sed felices.
Siempre risas
No les había contado hasta ahora que desde hace un tiempo, vengo asistiendo a un libroforum.
Este club lo forman un grupo de mujeres maravillosas.
A través de una de ellas, con la que me unen otro tipo de relaciones, y con la que en muchas ocasiones habíamos robado unos minutos a nuestras apretadas agendas llenas de idas y venidas cotidianas, para charlar animadamente sobre arte, exposiciones, obras de teatro, conciertos en el auditorio, de libros, muchos libros, fuí invitada a participar en sus tertulias.
Mi respuesta fué inmediata: Un sí rotundo. La sola posibilidad, de poder escuchar aquello que tan acertadamente opinaban me valía. Sentía que se abría para mi, un mundo bastísimo de conocimientos, de experiencias que no podía dejar de escapar. Intuía cúanto podía aprender de ellas.
Ciertamente, en un principio me sentí intimidada ante tanta cultura, pero pronto, gracias a su paciencia, a sus enseñanzas, al ambiente cálido y tolerante, fuí soltándome y sientiéndome cada vez más cómoda hasta participar junto a ellas en sus debates.
Pero no sólo aprendo literatura. Aprendo vida. Aprendo a ser mujer. Aprendo a ser persona. A ser de verdad. Y eso no es tan corriente hoy en día. Lo he descubierto hace dos días.
Intento hablar poco cuando estoy a su lado, porque hay tanto que escuchar, que temo dejar escapar algún detalle.
También reímos. Reimos mucho. Y hoy ha sido un día de muchas risas.
Cierto es, que a la afectada, gracia, lo que se dice gracia, no le ha hecho, pero al resto una vez comprobado que ella estuviera bien, y pasado el trance, nos hemos desternillado.
Hemos quedado a las once menos cuarto. Yo llevaba el coche. Puntual, llegaba a mi cita esquinera.
Tras la llegada de una de ellas, aparecieron las otras dos hablando unos metros atrás.Ya dentro del coche empezó la historia:
"X había llegado empezado temprano y esperaba en un banco en medio del bulevar. Lleva un tiempo en nuestra ciudad, las circunstancias la han traido aquí y aprecia las conversaciones con vecinos y conocidos, la hacen sentir acompañada, integrada, ocupada.
Pasó caminando un señor de setenta y tantos.
La conoce.
Buenos dias. Cómo está. Bien, y ustéd. Pues, ya ve, como siempre. Y su mujer. Ahí anda, haciendo la compra. Muy bien. Y ustéd, qué hace aquí sola. Esperando a unas amigas. Ah si. Y no le espera ningún hombre. Ay, no, no. Por Dios, qué dice usted. Pues, aquí tiene ustéd a uno. Y la voy a dar un beso.
¡Así como lo oyen! Y acto seguido le plantó un casto beso en su tersa mejilla, mientras ella, azorada, se quedaba sin habla.
Contado de esta manera, parecería una historia de hace dos siglos. Pero no. Ya me estraña a mi, que en el siglo XIX la historia continuara como lo hizo esta mañana soleada de un viernes de finales de octubre.
Se le acercó al oido. Rápido. Se notaba que llevaba años de práctica el abuelo. Y lo que pudo haberse quedado en una romática trastada otoñal, se convirtió en una cochinada descomunal.
En un asqueroso susurro le instó a descubrir el cambio efectuado en sálvese la parte (por decirlo finamente, porque la barbaridad que salió por su boca, soy incapaz de reproducirla)."
¡Pobre mujer, salió despavorida!
En un minuto estuvo junto a nosotras. Tronchadas de risa, claro. ¡Porque había que ver al hombre! ¡A esa edad! ¡Feo como un diablo! ¡Requetechuchurrío! ¡Y con esos bríos! ¡Ay que asquete! ¡Vaya latin lover de tres al cuarto!
Risas. Risas. Más risas
Como a menudo digo, cada día es una sorpresa. Unas veces buena y otras no tanto. Depende del lado del que estés. Pero de todas ellas se aprende algo.
Por eso la vida merece la pena.
Mereció la pena.
Merecerá la pena.
Este club lo forman un grupo de mujeres maravillosas.
A través de una de ellas, con la que me unen otro tipo de relaciones, y con la que en muchas ocasiones habíamos robado unos minutos a nuestras apretadas agendas llenas de idas y venidas cotidianas, para charlar animadamente sobre arte, exposiciones, obras de teatro, conciertos en el auditorio, de libros, muchos libros, fuí invitada a participar en sus tertulias.
Mi respuesta fué inmediata: Un sí rotundo. La sola posibilidad, de poder escuchar aquello que tan acertadamente opinaban me valía. Sentía que se abría para mi, un mundo bastísimo de conocimientos, de experiencias que no podía dejar de escapar. Intuía cúanto podía aprender de ellas.
Ciertamente, en un principio me sentí intimidada ante tanta cultura, pero pronto, gracias a su paciencia, a sus enseñanzas, al ambiente cálido y tolerante, fuí soltándome y sientiéndome cada vez más cómoda hasta participar junto a ellas en sus debates.
Pero no sólo aprendo literatura. Aprendo vida. Aprendo a ser mujer. Aprendo a ser persona. A ser de verdad. Y eso no es tan corriente hoy en día. Lo he descubierto hace dos días.
Intento hablar poco cuando estoy a su lado, porque hay tanto que escuchar, que temo dejar escapar algún detalle.
También reímos. Reimos mucho. Y hoy ha sido un día de muchas risas.
Cierto es, que a la afectada, gracia, lo que se dice gracia, no le ha hecho, pero al resto una vez comprobado que ella estuviera bien, y pasado el trance, nos hemos desternillado.
Hemos quedado a las once menos cuarto. Yo llevaba el coche. Puntual, llegaba a mi cita esquinera.
Tras la llegada de una de ellas, aparecieron las otras dos hablando unos metros atrás.Ya dentro del coche empezó la historia:
"X había llegado empezado temprano y esperaba en un banco en medio del bulevar. Lleva un tiempo en nuestra ciudad, las circunstancias la han traido aquí y aprecia las conversaciones con vecinos y conocidos, la hacen sentir acompañada, integrada, ocupada.
Pasó caminando un señor de setenta y tantos.
La conoce.
Buenos dias. Cómo está. Bien, y ustéd. Pues, ya ve, como siempre. Y su mujer. Ahí anda, haciendo la compra. Muy bien. Y ustéd, qué hace aquí sola. Esperando a unas amigas. Ah si. Y no le espera ningún hombre. Ay, no, no. Por Dios, qué dice usted. Pues, aquí tiene ustéd a uno. Y la voy a dar un beso.
¡Así como lo oyen! Y acto seguido le plantó un casto beso en su tersa mejilla, mientras ella, azorada, se quedaba sin habla.
Contado de esta manera, parecería una historia de hace dos siglos. Pero no. Ya me estraña a mi, que en el siglo XIX la historia continuara como lo hizo esta mañana soleada de un viernes de finales de octubre.
Se le acercó al oido. Rápido. Se notaba que llevaba años de práctica el abuelo. Y lo que pudo haberse quedado en una romática trastada otoñal, se convirtió en una cochinada descomunal.
En un asqueroso susurro le instó a descubrir el cambio efectuado en sálvese la parte (por decirlo finamente, porque la barbaridad que salió por su boca, soy incapaz de reproducirla)."
¡Pobre mujer, salió despavorida!
En un minuto estuvo junto a nosotras. Tronchadas de risa, claro. ¡Porque había que ver al hombre! ¡A esa edad! ¡Feo como un diablo! ¡Requetechuchurrío! ¡Y con esos bríos! ¡Ay que asquete! ¡Vaya latin lover de tres al cuarto!
Risas. Risas. Más risas
Como a menudo digo, cada día es una sorpresa. Unas veces buena y otras no tanto. Depende del lado del que estés. Pero de todas ellas se aprende algo.
Por eso la vida merece la pena.
Mereció la pena.
Merecerá la pena.
lunes, 24 de octubre de 2011
sábado, 22 de octubre de 2011
Son esos planes...
Son esos planes que te descuadran, que no piensas que van a salir bien, que vienen inesperados, los que habitualmente te sorprenden, y que te gustaría se alargaran más.
Hoy ha sido un día de esos.
Y sobre todo quisiera que no se me olvidara dar las gracias a todos aquellos, que hoy, me han hecho sentir un ser humano importante, importante por mi, por ser su amiga, por ser como soy, importante para ellos y querida por ellos, sin tener que fingir, sólo ser, sólo ser como soy, sin más. Y así, sin más, aceptarte, quererte, contestarte, hablarte.
Supongo que su cariño por mi, les hace decir tantas cosas bonitas y reconfortantes.
Cada uno sabe lo que ha hecho por mi. Porque hoy he tenido la gran suerte de tener mucha gente a mi lado, que independientemente unos de otros, sin tener nada que ver, me han dicho que me quieren, cada uno a su manera, hablandolo, o no, pero me lo han hecho sentir. Han dicho y hecho justo lo que tenían que hacer, y justo lo que yo necesitaba oir. Sin nada a cambio. Sin pedírselo, sin saber nada, sin saber que yo lo necesitaba más que nunca. Y yo estoy muy agradecida.
No se me hubiera a mi ocurrido a medio día, que la jornada acabaría siendo maravillosa, y divertida, como lo ha sido. No todo iba a ser silencio y dolor.
Siempre hay alguien que no te daña. Siempre hay alguien a quien no has de rogar para que te hable, para que te conteste.
Siempre hay alguien que te quiere sin poner condiciones.
GRACIAS
Hoy ha sido un día de esos.
Y sobre todo quisiera que no se me olvidara dar las gracias a todos aquellos, que hoy, me han hecho sentir un ser humano importante, importante por mi, por ser su amiga, por ser como soy, importante para ellos y querida por ellos, sin tener que fingir, sólo ser, sólo ser como soy, sin más. Y así, sin más, aceptarte, quererte, contestarte, hablarte.
Supongo que su cariño por mi, les hace decir tantas cosas bonitas y reconfortantes.
Cada uno sabe lo que ha hecho por mi. Porque hoy he tenido la gran suerte de tener mucha gente a mi lado, que independientemente unos de otros, sin tener nada que ver, me han dicho que me quieren, cada uno a su manera, hablandolo, o no, pero me lo han hecho sentir. Han dicho y hecho justo lo que tenían que hacer, y justo lo que yo necesitaba oir. Sin nada a cambio. Sin pedírselo, sin saber nada, sin saber que yo lo necesitaba más que nunca. Y yo estoy muy agradecida.
No se me hubiera a mi ocurrido a medio día, que la jornada acabaría siendo maravillosa, y divertida, como lo ha sido. No todo iba a ser silencio y dolor.
Siempre hay alguien que no te daña. Siempre hay alguien a quien no has de rogar para que te hable, para que te conteste.
Siempre hay alguien que te quiere sin poner condiciones.
GRACIAS
martes, 18 de octubre de 2011
domingo, 16 de octubre de 2011
viernes, 14 de octubre de 2011
jueves, 13 de octubre de 2011
miércoles, 12 de octubre de 2011
Campanilla subió a la torre del agua
Campanilla, sin sus malla azules de Peter Pan, usadas la tarde anteriór, cogíó su bolsa de tela y salió a las seis y cuarto de su casa.
Emprendió el camino a buen ritmo. Quedaban quince minutos. Decidió atajar para ahorrarse tiempo, pero la idea le salió rana, como el príncipe del cuento. Y acabó corriendo entre maleza seca que le llegaba a las rodillas, arbustos pinchantes, rodeada de multitud de pequeños animalillos que se movían en todas direcciones, sin poder verlos. Cuando por fín encontro un estrecho caminito, este se convirtió en barranco. ¡Y por allí que bajo Campanilla! ¡Comiéndose los segundos mientras saltaba campo a través!
Una vez alcanzada la civilización, dentro del Parque Central, al dirigir la mirada hacia la meta, le pareció vislumbrar, allá en lo alto, personitas. ¡Qué sudores! ¡Es que ni en día de fiesta deja Campanilla de sudar! ¡Se prometía ella una jornada de relajación y meditación, y la vida le preparó un formidable triatlón!
Pero ella, decidida y positiva, (claro, que mucho ha de tener que ver, los tres vermús del aperitivo con los amigos) puso rumbo acalorado a la cima (y eso que ahora no podía atravesar los matojos ).
Estaba exhausta. el corazón alocado y la respiración agitada.
Pero el destino le tenía guardada una grata sorpresa.
Una base circular, y en su centro la torre de hormigón. Unos arcos adornaban el perímetro.
Mas adelante, una maravillosa esplanada de cesped ... y un gran regalo... ¡impresionantes vistas a nuestros pies!
Allí se unió a las mujeres que ya esperaban. La posición de las esterilla era este-oeste. Comenzaron los ejercicios, sintiendo como la brisa acariciaba la piel, observando los sonidos que nos envolvían desde lejos.
Avanzaba la clase. Cambiaba la luz y la temperatura. Era cálida. Fué un día cálido.
De pronto, se asomó la luna llena, desde el horizonte gris azulado. Se elevaba suave.
Al otro lado, por el oeste, se ponía el sol. Sus rayos rojos y anaranjados todavía coloreaban la tarde. Pero se escondían veloces, parecían escapar de la brillante luz de la luna, todavía amarillenta como un farol.
Y se ocultó el astro, se oscureció el cielo.
Y la luna ya completamente blanca y brillante, ocupaba su lugar allá lejos.
La clase llegó a su fin. Era el momento de irse. Pero a nadie le apetecia. Habíamos presenciado algo tan común y tan bello a la vez, que lo queríamos hacer eterno.
De regreso a casa, ya por las aceras, cargada de energía, Campanilla parecía flotar.
Magnífica experiencia.
Mágicos momentos.
Emprendió el camino a buen ritmo. Quedaban quince minutos. Decidió atajar para ahorrarse tiempo, pero la idea le salió rana, como el príncipe del cuento. Y acabó corriendo entre maleza seca que le llegaba a las rodillas, arbustos pinchantes, rodeada de multitud de pequeños animalillos que se movían en todas direcciones, sin poder verlos. Cuando por fín encontro un estrecho caminito, este se convirtió en barranco. ¡Y por allí que bajo Campanilla! ¡Comiéndose los segundos mientras saltaba campo a través!
Una vez alcanzada la civilización, dentro del Parque Central, al dirigir la mirada hacia la meta, le pareció vislumbrar, allá en lo alto, personitas. ¡Qué sudores! ¡Es que ni en día de fiesta deja Campanilla de sudar! ¡Se prometía ella una jornada de relajación y meditación, y la vida le preparó un formidable triatlón!
Pero ella, decidida y positiva, (claro, que mucho ha de tener que ver, los tres vermús del aperitivo con los amigos) puso rumbo acalorado a la cima (y eso que ahora no podía atravesar los matojos ).
Estaba exhausta. el corazón alocado y la respiración agitada.
Pero el destino le tenía guardada una grata sorpresa.
Una base circular, y en su centro la torre de hormigón. Unos arcos adornaban el perímetro.
Mas adelante, una maravillosa esplanada de cesped ... y un gran regalo... ¡impresionantes vistas a nuestros pies!
Allí se unió a las mujeres que ya esperaban. La posición de las esterilla era este-oeste. Comenzaron los ejercicios, sintiendo como la brisa acariciaba la piel, observando los sonidos que nos envolvían desde lejos.
Avanzaba la clase. Cambiaba la luz y la temperatura. Era cálida. Fué un día cálido.
De pronto, se asomó la luna llena, desde el horizonte gris azulado. Se elevaba suave.
Al otro lado, por el oeste, se ponía el sol. Sus rayos rojos y anaranjados todavía coloreaban la tarde. Pero se escondían veloces, parecían escapar de la brillante luz de la luna, todavía amarillenta como un farol.
Y se ocultó el astro, se oscureció el cielo.
Y la luna ya completamente blanca y brillante, ocupaba su lugar allá lejos.
La clase llegó a su fin. Era el momento de irse. Pero a nadie le apetecia. Habíamos presenciado algo tan común y tan bello a la vez, que lo queríamos hacer eterno.
De regreso a casa, ya por las aceras, cargada de energía, Campanilla parecía flotar.
Magnífica experiencia.
Mágicos momentos.
lunes, 10 de octubre de 2011
Que tu mirada no cese
Me volvió a ganar.
Me gano la vida.
Como siempre pasa.
Me alcanzó el añochecer.
Y cruzó la meta sin siquiera mirar.
Caminaban mis pensamientos al atardecer del otoño.
Caminaban como siempre ensimismados.
Observaban mis ojos el suave cambio de luz.
Y lo creyeron eterno.
Jugaron a retozar en el tiempo sin inquietarse por su paso.
Como los niños.
Exprimiendo el aire.
Dejándose llevar por esa infancia recordada, los párpados cayeron suavemente y arroparon a esa imagen cuidadosamente.
Siguió la mente su baile incesante, llevando y trayendo los deseos, los sueños; llevando y jugando con las ideas y las personas.
Remoloneaban los pensamientos en los lagos cristalinos de las miradas eternas. Descansaban en las sonrisas con dueño.
Y así, en un dulce vaivén, una ligera brisa me avisó de algo.
Abrí los ojos en un cálido y lento parpadeo.
Era de noche.
Se apagó el cielo.
El tiempo encendió las luces.
Me volvió a ganar la carrera el tiempo.
Asoma la luna.
Tímidamente me tienta.
Podría cerrar los ojos y así, sin sentir, como en una exalación llegar al amanecer.
Pero esta vez no.
Y ahora qué.
Ahora espero.
Espero al alba.
Espero mirando la luna.
Sintiendo que pasa.
Que pasa la noche despacio.
Y pido que tu mirada no cese.
Me gano la vida.
Como siempre pasa.
Me alcanzó el añochecer.
Y cruzó la meta sin siquiera mirar.
Caminaban mis pensamientos al atardecer del otoño.
Caminaban como siempre ensimismados.
Observaban mis ojos el suave cambio de luz.
Y lo creyeron eterno.
Jugaron a retozar en el tiempo sin inquietarse por su paso.
Como los niños.
Exprimiendo el aire.
Dejándose llevar por esa infancia recordada, los párpados cayeron suavemente y arroparon a esa imagen cuidadosamente.
Siguió la mente su baile incesante, llevando y trayendo los deseos, los sueños; llevando y jugando con las ideas y las personas.
Remoloneaban los pensamientos en los lagos cristalinos de las miradas eternas. Descansaban en las sonrisas con dueño.
Y así, en un dulce vaivén, una ligera brisa me avisó de algo.
Abrí los ojos en un cálido y lento parpadeo.
Era de noche.
Se apagó el cielo.
El tiempo encendió las luces.
Me volvió a ganar la carrera el tiempo.
Asoma la luna.
Tímidamente me tienta.
Podría cerrar los ojos y así, sin sentir, como en una exalación llegar al amanecer.
Pero esta vez no.
Y ahora qué.
Ahora espero.
Espero al alba.
Espero mirando la luna.
Sintiendo que pasa.
Que pasa la noche despacio.
Y pido que tu mirada no cese.
domingo, 9 de octubre de 2011
CAUTIVADORES MAESTROS
Llevo días dando vueltas a a la idea de escribir sobre la educación en nuestro pais, supongo que el ver a un estupendo y entregado profesor de mi hijo mayor, encerrado, manifestándose y saliendo en la contraportada de uno de los diarios más importantes siendo entrevistado, ha debido de tener algo que ver.
Y la conclusión que he sacado, es que ni tengo el tiempo, ni los conocimientos, ni la capacidad, para inmiscuirme en un tema tan importante, profundo y extenso como este.
Así que por amor y respeto a esta profesión tan fundamental e infravalorada en nuestra sociedad, lo dejaré para personas más doctas que yo.
Quizás sería que realmente de lo que quería hablar era de lo que si que conozco: de los enseñantes, educadores, docentes, tutores, mentores, profesores, maestros.
Primero y sobre todo en homenaje a mi padre, que dedicó más de cuarenta años de su vida a la educación.
De el aprendí el valor de la constancia, del esfuerzo, del trabajo individual y compartido, de la responsabilidad, de la disciplina, del respeto al otro. Pero sobre todo el amor por el conocimiento, la búsqueda constante de respuestas a tus preguntas, la satisfacción de obtener por ti mismo la solución, la curiosidad por lo nuevo, el interés por comprender la naturaleza y sus leyes físicas, la historia, el arte, la literatura.
Me ayudó a descubrir a los buenos maestros, y a aprovechar todo lo que ellos me podían ofrecer. Tuvo su efecto y sigue teniéndolo. Esas personas han ido pasando por mi vida hasta hoy en día, y en todas ellas he encontrado la capacidad para transmitir la información necesaria, el deseo de compartir y explicar aquello que saben, la obsesión porque nadie se quedara sin saber aquello que era esencial, el querer transmitir tus capacidades y el buscar la forma de llegar a aquellos que tienes delante.
Admiro a quien teniendo muchos conocimientos, los enseña en el momento que debe, dando sentido y tiempo al aprendizaje. Ofreciendo la información cuando sabe que estás preparado para asimilar lo que te llega, cuando te servirá para algo.
No es importante el lucimiento personal, ni el aturullar con ingente cantidad de datos, sino que hay maestros que conocen a sus aprendices, lo que estos saben y lo que necesitan llegar a conocer. Saben cuando pueden exigirles todo, y cuando has de esperar a pedirles más.
Disfrutan viendo crecer a los alumnos, viendo como asimilan lo que les ofrecen. Observan cómo evolucionan sus capacidades y cómo utilizan lo que ya dominan.
Hay maestros que evolucionan a la vez que lo hacen sus alumnos, porque se alimentan de su curiosidad y de sus ganas.
Contestaba así Ana María Moix, a la pregunta de qué es un buen docente:
"Es vocacional, el que ama a los niños. Un buen profesor es seductor, es el que seduce al alumno. Si un profesor te cautiva, buscarás su aprobación y aprenderás. Sin seducción no hay aprendizaje."
Hay personas que vuelcan sus energías en dar lo que tienen con inteligencia, paciencia, ilusión y seducción.
Tal vez hubiera sido más acertado publicarlo en veintiocho dias, pero ha sido hoy.
Y la conclusión que he sacado, es que ni tengo el tiempo, ni los conocimientos, ni la capacidad, para inmiscuirme en un tema tan importante, profundo y extenso como este.
Así que por amor y respeto a esta profesión tan fundamental e infravalorada en nuestra sociedad, lo dejaré para personas más doctas que yo.
Quizás sería que realmente de lo que quería hablar era de lo que si que conozco: de los enseñantes, educadores, docentes, tutores, mentores, profesores, maestros.
Primero y sobre todo en homenaje a mi padre, que dedicó más de cuarenta años de su vida a la educación.
De el aprendí el valor de la constancia, del esfuerzo, del trabajo individual y compartido, de la responsabilidad, de la disciplina, del respeto al otro. Pero sobre todo el amor por el conocimiento, la búsqueda constante de respuestas a tus preguntas, la satisfacción de obtener por ti mismo la solución, la curiosidad por lo nuevo, el interés por comprender la naturaleza y sus leyes físicas, la historia, el arte, la literatura.
Me ayudó a descubrir a los buenos maestros, y a aprovechar todo lo que ellos me podían ofrecer. Tuvo su efecto y sigue teniéndolo. Esas personas han ido pasando por mi vida hasta hoy en día, y en todas ellas he encontrado la capacidad para transmitir la información necesaria, el deseo de compartir y explicar aquello que saben, la obsesión porque nadie se quedara sin saber aquello que era esencial, el querer transmitir tus capacidades y el buscar la forma de llegar a aquellos que tienes delante.
Admiro a quien teniendo muchos conocimientos, los enseña en el momento que debe, dando sentido y tiempo al aprendizaje. Ofreciendo la información cuando sabe que estás preparado para asimilar lo que te llega, cuando te servirá para algo.
No es importante el lucimiento personal, ni el aturullar con ingente cantidad de datos, sino que hay maestros que conocen a sus aprendices, lo que estos saben y lo que necesitan llegar a conocer. Saben cuando pueden exigirles todo, y cuando has de esperar a pedirles más.
Disfrutan viendo crecer a los alumnos, viendo como asimilan lo que les ofrecen. Observan cómo evolucionan sus capacidades y cómo utilizan lo que ya dominan.
Hay maestros que evolucionan a la vez que lo hacen sus alumnos, porque se alimentan de su curiosidad y de sus ganas.
Contestaba así Ana María Moix, a la pregunta de qué es un buen docente:
"Es vocacional, el que ama a los niños. Un buen profesor es seductor, es el que seduce al alumno. Si un profesor te cautiva, buscarás su aprobación y aprenderás. Sin seducción no hay aprendizaje."
Hay personas que vuelcan sus energías en dar lo que tienen con inteligencia, paciencia, ilusión y seducción.
Tal vez hubiera sido más acertado publicarlo en veintiocho dias, pero ha sido hoy.
viernes, 7 de octubre de 2011
let me make you happy
I want to make you feel alive
I want to make you happy if you are a good boy tonight
martes, 4 de octubre de 2011
A mi también me fascinan las etimologías
¨Me sorprende saber que detrás de la rutina del viernes está la bella figura de Venus, que también está presente en veneno, primer nombre de los filtros amorosos.Además de su interés lingüístico tienen para mi un valor simbólico. Para entender el presente hemos de conocer cómo hemos llegado hasta aquí, es decir, su etimología, que es la presencia del pasado."
Esto es un fragmento del artículo de José Antonio Marina, publicado el sábado 1 de Octubre. Le sigo por muchas razones, pero entre otras está la claridad con la que nos guía a través de los caminos que recorren las palabras hasta llegar a nuestros días, y lo que nos enseñan estos fabulosos y amenos descubrimientos.
Desentraña, entre otros los significados de palabras tan bellas como "ENCANTO", que procede de "cántico mágico,que produce un hechizo", "DICHA", que procede de dicta, dichos mágicos, "GRACIA", que es la belleza en movimiento, y procede de gratus, y se emparentaba con el griego járis, con lo que se desprendía que exitían dos tipos de belleza, la estática y la dinámica. La mitología lo concretaba en un cinturón que llevaba Afrodita, y que la hacía irresistible. Sin ese cinturón, era bella, pero no atractiva.
Así podía seguir, hasta copiar todo el artículo, pero sinceramente recomiendo leer el original.
Este hilo de pensamiento, se me ata a otro muy bello, que se me cosió el jueves pasado y me gustaría compartir.
Consistía en pensar en una palabra importante para nosotros, con mucho significado y mucha importancia, por tanto muy bella también, (yo elegí AMOR), sembrarla en nuestro interior e irla culltivando todo el día, minuto a minuto, persona a persona, hecho a hecho.
Podía haber elegido otra, como ENERGIA, REALIDAD, CONCENTRACIÓN, ATENCIÓN, CONTENTO, SOSIEGO, ECUANIMIDAD, INTENSIDAD, VITALIDAD, ARMONÍA, SABIDURÍA, pero uno elige lo que elige, con conciencia, rigor, sentido y una cierta dosis de locura.
Por eso, porque las palabras contienen más que las letras que las forman, porque su historia nos habla de la nuestra, porque al comprenderlas nos enseñan más que su significado.
Porque necesitaría, no sólo estas sino muchas más para describirte.
Esto es un fragmento del artículo de José Antonio Marina, publicado el sábado 1 de Octubre. Le sigo por muchas razones, pero entre otras está la claridad con la que nos guía a través de los caminos que recorren las palabras hasta llegar a nuestros días, y lo que nos enseñan estos fabulosos y amenos descubrimientos.
Desentraña, entre otros los significados de palabras tan bellas como "ENCANTO", que procede de "cántico mágico,que produce un hechizo", "DICHA", que procede de dicta, dichos mágicos, "GRACIA", que es la belleza en movimiento, y procede de gratus, y se emparentaba con el griego járis, con lo que se desprendía que exitían dos tipos de belleza, la estática y la dinámica. La mitología lo concretaba en un cinturón que llevaba Afrodita, y que la hacía irresistible. Sin ese cinturón, era bella, pero no atractiva.
Así podía seguir, hasta copiar todo el artículo, pero sinceramente recomiendo leer el original.
Este hilo de pensamiento, se me ata a otro muy bello, que se me cosió el jueves pasado y me gustaría compartir.
Consistía en pensar en una palabra importante para nosotros, con mucho significado y mucha importancia, por tanto muy bella también, (yo elegí AMOR), sembrarla en nuestro interior e irla culltivando todo el día, minuto a minuto, persona a persona, hecho a hecho.
Podía haber elegido otra, como ENERGIA, REALIDAD, CONCENTRACIÓN, ATENCIÓN, CONTENTO, SOSIEGO, ECUANIMIDAD, INTENSIDAD, VITALIDAD, ARMONÍA, SABIDURÍA, pero uno elige lo que elige, con conciencia, rigor, sentido y una cierta dosis de locura.
Por eso, porque las palabras contienen más que las letras que las forman, porque su historia nos habla de la nuestra, porque al comprenderlas nos enseñan más que su significado.
Porque necesitaría, no sólo estas sino muchas más para describirte.
jueves, 29 de septiembre de 2011
Consumidores de seres humanos
Hay ciertos pensamientos, filosofías, formas de ver la vida, que forman parte de la sólida base de nuestro entender la existencia, de nuestro código moral.
Se van asentando poco a poco, según pasan los años y las experiencias, hasta que llega un momento que se hacen conscientes y presentes en nuestra mente.
Puede que las llevásemos aplicando desde siempre, pero hay un instante en el que las arrancamos de ese lugar cómodo de nuestro cerebro, las miramos de frente y las observamos, releemos con atención, y las elevamos a prioridad.
Pasan a formar paerte de los pensamientos esenciales escogidos con intención y asumidos como parte estructural de nosotros mismos, de nuestros cimientos, y que servirán para aguantar con firmeza los embites del día a dia.
Habitualmente surge un suceso que lo saca a la luz y provoca una tormenta interior que sirve para ordenar nuestras elucubraciones.
En mi caso ha sido afirmar, primero a mi misma y luego al mundo entero, que no soy ni quiero ser consumidora de personas.
Al ser mujer tiendo a pensar que se mercantiliza fundamentalmente con mujeres, que por tanto somos objetos de consumo y que existen por ende ávidos consumidores de un producto estrella. Es un comercio este, que genera mucho dinero, y por ello permanece tristemente en el tiempo afecte a quien afecte.
Sería injusto acotarlo al sexo femenino sólo porque yo forme parte de este colectivo, así que debo reconocer que también se consumen hombres.
Las cantidades las dejo para los estudiosos de las estadísticas.
Me recorre un escalofrio al pensar individualmente en cada una de las personas "usadas" en todo el planeta. Y me espeluzna pensar en los "usuarios, compradores" de tan delicada mercancía.
Creo firmemente que somos nosotros los que hemos de tener conciencia de quien somos, responsabilizarnos de lo que hacemos, y pensar muy bien lo que queremos.
Debemos tener claro que no somos objetos de consumo y, que ni yo me trato como tal, ni dejo que los demás lo hagan.
Una sóla cosa para terminar:
¡Los seres humanos no se compran, se aman!
Se van asentando poco a poco, según pasan los años y las experiencias, hasta que llega un momento que se hacen conscientes y presentes en nuestra mente.
Puede que las llevásemos aplicando desde siempre, pero hay un instante en el que las arrancamos de ese lugar cómodo de nuestro cerebro, las miramos de frente y las observamos, releemos con atención, y las elevamos a prioridad.
Pasan a formar paerte de los pensamientos esenciales escogidos con intención y asumidos como parte estructural de nosotros mismos, de nuestros cimientos, y que servirán para aguantar con firmeza los embites del día a dia.
Habitualmente surge un suceso que lo saca a la luz y provoca una tormenta interior que sirve para ordenar nuestras elucubraciones.
En mi caso ha sido afirmar, primero a mi misma y luego al mundo entero, que no soy ni quiero ser consumidora de personas.
Al ser mujer tiendo a pensar que se mercantiliza fundamentalmente con mujeres, que por tanto somos objetos de consumo y que existen por ende ávidos consumidores de un producto estrella. Es un comercio este, que genera mucho dinero, y por ello permanece tristemente en el tiempo afecte a quien afecte.
Sería injusto acotarlo al sexo femenino sólo porque yo forme parte de este colectivo, así que debo reconocer que también se consumen hombres.
Las cantidades las dejo para los estudiosos de las estadísticas.
Me recorre un escalofrio al pensar individualmente en cada una de las personas "usadas" en todo el planeta. Y me espeluzna pensar en los "usuarios, compradores" de tan delicada mercancía.
Creo firmemente que somos nosotros los que hemos de tener conciencia de quien somos, responsabilizarnos de lo que hacemos, y pensar muy bien lo que queremos.
Debemos tener claro que no somos objetos de consumo y, que ni yo me trato como tal, ni dejo que los demás lo hagan.
Una sóla cosa para terminar:
¡Los seres humanos no se compran, se aman!
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Un chaleco.
Érase una vez un chaleco.
Un chaleco que vino prestado, mejor, regalado.
Érase una vez un chaleco que tuvo su segunda oportunidad.
Y se quedó a vivir.
Se quedó a vivir mi piel.
Mi piel desnuda y dorada.
Érase una vez un chaleco que a duras penas tapaba.
Apenas cubría la piel que sudaba.
Corría la brisa. Corría la vida.
Y cuando volvía despacio en la noche, subiendo la cuesta de regreso a casa.
Pensaba que no era bueno caminar a solas.
Que las noches templadas son para vivirlas, soñarlas, beberlas, dormirlas.
Con tu otro alma.
Érase un chaleco con rayas negras, grises y blancas.
Un chaleco con muchos botones.
Que se cierra al pecho y se abre al alma.
Érase un chaleco con olor a coco, con los labios rosas y las uñas rojas.
Érase una vez un chaleco a la luz de la luna.
Un chaleco que escucha los latidos de tu corazón.
Bajito y cerca.
¡Desabrocha tus botones y respira!
Respira suave y libre.
Desabrocha tus dudas,tus angustias, tus miedos.
Y abróchame a tu vida y a tu sonrisa
Un chaleco que vino prestado, mejor, regalado.
Érase una vez un chaleco que tuvo su segunda oportunidad.
Y se quedó a vivir.
Se quedó a vivir mi piel.
Mi piel desnuda y dorada.
Érase una vez un chaleco que a duras penas tapaba.
Apenas cubría la piel que sudaba.
Corría la brisa. Corría la vida.
Y cuando volvía despacio en la noche, subiendo la cuesta de regreso a casa.
Pensaba que no era bueno caminar a solas.
Que las noches templadas son para vivirlas, soñarlas, beberlas, dormirlas.
Con tu otro alma.
Érase un chaleco con rayas negras, grises y blancas.
Un chaleco con muchos botones.
Que se cierra al pecho y se abre al alma.
Érase un chaleco con olor a coco, con los labios rosas y las uñas rojas.
Érase una vez un chaleco a la luz de la luna.
Un chaleco que escucha los latidos de tu corazón.
Bajito y cerca.
¡Desabrocha tus botones y respira!
Respira suave y libre.
Desabrocha tus dudas,tus angustias, tus miedos.
Y abróchame a tu vida y a tu sonrisa
martes, 27 de septiembre de 2011
sábado, 17 de septiembre de 2011
jueves, 15 de septiembre de 2011
CUMPLEAÑOS BÁMBOLA
Esta es una entrada recordatorio.
Para todos aquellos amantes del Scrapbooking y a los que quieran acercarse a este mundo creativo.
Hace tres años que esta casa abríó sus puertas en Tres Cantos, Madrid, y desde entonces se han esforzado por ofrecernos todo tipo de cursos, publicaciones, eventos, y material original, divertido, variado, novedoso.
Ahora para su aniversario nos proponen dos talleres de Ronda Palazzi de scrapbooking y Susana Tavares.de art journaling y todo lo relacionado con el mundo de mixed media.
Para todos los interesados en apuntarse, enviar un correo a: bambolacasacreativa@yahoo.es
Para todos aquellos amantes del Scrapbooking y a los que quieran acercarse a este mundo creativo.
Hace tres años que esta casa abríó sus puertas en Tres Cantos, Madrid, y desde entonces se han esforzado por ofrecernos todo tipo de cursos, publicaciones, eventos, y material original, divertido, variado, novedoso.
Ahora para su aniversario nos proponen dos talleres de Ronda Palazzi de scrapbooking y Susana Tavares.de art journaling y todo lo relacionado con el mundo de mixed media.
Para todos los interesados en apuntarse, enviar un correo a: bambolacasacreativa@yahoo.es
sábado, 10 de septiembre de 2011
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Es miércoles.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Escucho. Me paro. Sólo eso puedo hacer.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Siento que la vida corre y salta en otro espacio que no es en el que yo estoy ahora.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Los sonidos de la mañana me envuelven. Se oye el piar de los pájaros. Son de tres tipos.
La carretera resuena como un rio urbano. No es desagradable. Es conocido. Pasa un camión.Y ahora coches. Sigue su murmullo lento y constante.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Estoy aquí y ahora. Estoy allí y ahora. Donde quisiera estar.
Es miércoles y son las diez y veinte.
Es un bonito dia. Ha amanecido soleado y con temperatura agradable. Es Septiembre. Un mes de comienzo de todo. De cambio. De ilusión. De esfuerzo.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Comienza el ajetreo, los ruidos de las obras, los camiones, los pasos acelerados. Siguen las obligaciones.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Se oyen conversaciones ajenas. Viene el tren. Otro, parte lleno de gente. Movimiento. Vuelve la vida a su cotidianeidad después del verano.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Siento cerca la vida, la energía, la fuerza.
No hay más que decir, que pensar.
Es.
Cierro los ojos.
Respiro.
Es miércoles. Son las once, y el viento se llevó la hora,
Ya pasó.
Escucho. Me paro. Sólo eso puedo hacer.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Siento que la vida corre y salta en otro espacio que no es en el que yo estoy ahora.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Los sonidos de la mañana me envuelven. Se oye el piar de los pájaros. Son de tres tipos.
La carretera resuena como un rio urbano. No es desagradable. Es conocido. Pasa un camión.Y ahora coches. Sigue su murmullo lento y constante.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Estoy aquí y ahora. Estoy allí y ahora. Donde quisiera estar.
Es miércoles y son las diez y veinte.
Es un bonito dia. Ha amanecido soleado y con temperatura agradable. Es Septiembre. Un mes de comienzo de todo. De cambio. De ilusión. De esfuerzo.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Comienza el ajetreo, los ruidos de las obras, los camiones, los pasos acelerados. Siguen las obligaciones.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Se oyen conversaciones ajenas. Viene el tren. Otro, parte lleno de gente. Movimiento. Vuelve la vida a su cotidianeidad después del verano.
Es miércoles, son las diez y veinte.
Siento cerca la vida, la energía, la fuerza.
No hay más que decir, que pensar.
Es.
Cierro los ojos.
Respiro.
Es miércoles. Son las once, y el viento se llevó la hora,
Ya pasó.
lunes, 5 de septiembre de 2011
LLegué tarde a mi propio aniversario
Ya he podido comprobar que efectivamente el reloj de blogger funciona a la perfección, y no retrasa. Así que yo he publicado la entrada del aniversario del dia cuatro en el día cinco. ¡Muy bonito y original! ¡Made in me!
Como hace tan poquito tiempo, realmente tampoco tengo ninguna idea buena para conmemorar este día tan importante en la vida de todo bloquero, asi que como va de celebración de fechas, publico esta layout, que va del paso del tiempo, y de los veinte años que ya separan estas dos fotos mías.
Como hace tan poquito tiempo, realmente tampoco tengo ninguna idea buena para conmemorar este día tan importante en la vida de todo bloquero, asi que como va de celebración de fechas, publico esta layout, que va del paso del tiempo, y de los veinte años que ya separan estas dos fotos mías.
UN AÑO
!Por los pelos! Casi se me pasa. Y van a dar las doce. No se me ocurre nada que poner. ¡Qué stress!
Hoy es cuatro de Septiembre, y hace un año que inicié este blog.
Entre que vivo en las nubes, que no sabía que día era hoy, y que de hecho ni me acordaba del día que comencé este mi "estupiblog" no he caido en la cuenta de escribir algo solemne para el caso que nos ocupa.
Así es que mis lectores, entenderán que escriba atropelladamente y en un "plisplas". Mañana será otro día y si se me ocurre algo más oportuno y de más enjundia (¡que ya me estraña!), pues lo escribo a toro pasado.
Claro que todo esto dará imagen de lo que me importan los cumpleaños y aniversarios, pero que le vamos a hacer, así soy yo. Supongo que los días especiales, lo son por lo que representan, no por la fecha concreta, con lo que realmente el cuatro de septiembre es otro día más de los muchos del calendario.
Me estoy poniendo nerviosa, creo que ya han pasado las doce, y sigue sin ocurrírseme nada coherente.
De hecho voy a cerrar esta entrada ya, a ver si por casualidad el reloj de Blogger va atrasado y todavía entramos en dia.
¡Para ti blanquito!
Hoy es cuatro de Septiembre, y hace un año que inicié este blog.
Entre que vivo en las nubes, que no sabía que día era hoy, y que de hecho ni me acordaba del día que comencé este mi "estupiblog" no he caido en la cuenta de escribir algo solemne para el caso que nos ocupa.
Así es que mis lectores, entenderán que escriba atropelladamente y en un "plisplas". Mañana será otro día y si se me ocurre algo más oportuno y de más enjundia (¡que ya me estraña!), pues lo escribo a toro pasado.
Claro que todo esto dará imagen de lo que me importan los cumpleaños y aniversarios, pero que le vamos a hacer, así soy yo. Supongo que los días especiales, lo son por lo que representan, no por la fecha concreta, con lo que realmente el cuatro de septiembre es otro día más de los muchos del calendario.
Me estoy poniendo nerviosa, creo que ya han pasado las doce, y sigue sin ocurrírseme nada coherente.
De hecho voy a cerrar esta entrada ya, a ver si por casualidad el reloj de Blogger va atrasado y todavía entramos en dia.
¡Para ti blanquito!
sábado, 3 de septiembre de 2011
jueves, 1 de septiembre de 2011
La colina de Hello kitty
Queremos ver el mundo a nuestros pies.
Buscamos una atalaya desde la que divisar el valle que se extiende verde, allá abajo.
Caminamos hasta encontrar un promontorio desde el que poder contemplar el horizonte salado del mar.
Subimos altos riscos para poder descubrir cómo son las nubes desde arriba.
Nos encaramamos a las ramas más altas de los árboles, y las agitamos para observar el vaiven de las hojas secas al caer.
Nos asomamos a las ventanillas de los aviones para comprobar si el perfil de nuestras costas, es el que dicen los mapas.
¿Quién puede resisitirse a la llamada de unas altas escaleras de piedra excavadas en roca, que invitan a descubrir los misterios rodeados de brumas de las altas cumbres?
¿Y a ti?...¿Desde qué colina rosa te guiña un ojo hello kitty?
¿Desde qué orilla lamen tus olas?
¿Desde que monte se divisan tus pensamientos?
¿Qué carreteras recorren tus ruedas?
¿Qué abanicos baten tu aire?
¿Desde qué balcón observas el movimiento obsesionado de las olas, que con furia y ahinco estallan contra los acantilados sin tregua ni aliento,. Yendo y chocando. Volviendo mar adentro, impulsadas por el empuje y resistencia de esas moles inmóviles que las rechazan una y otra vez, que sólo poseen su inmensidad para defenderse?
¿En qué oquedades guardas tuis tesoros, que algún día un arriesgado aventurero descubrirá?
¿De qué están hechas las piedras que protegen tu corazón?
¿Desde que refugio me miran tus sueños?
¿Con qué dedos rastrillas las arenas de mis emociones?
El mundo inabarcable, el instante infinito. ¿Es eso lo que buscamos?
Observa la vida. escúchala. Siente. Vive. LLora.
Teje la vida. Continua. Se fuerte. Ahonda. Nada. Abraza.
Juega. Inventa. Sueña.
Sorpréndete.
Ama.
Buscamos una atalaya desde la que divisar el valle que se extiende verde, allá abajo.
Caminamos hasta encontrar un promontorio desde el que poder contemplar el horizonte salado del mar.
Subimos altos riscos para poder descubrir cómo son las nubes desde arriba.
Nos encaramamos a las ramas más altas de los árboles, y las agitamos para observar el vaiven de las hojas secas al caer.
Nos asomamos a las ventanillas de los aviones para comprobar si el perfil de nuestras costas, es el que dicen los mapas.
¿Quién puede resisitirse a la llamada de unas altas escaleras de piedra excavadas en roca, que invitan a descubrir los misterios rodeados de brumas de las altas cumbres?
¿Y a ti?...¿Desde qué colina rosa te guiña un ojo hello kitty?
¿Desde qué orilla lamen tus olas?
¿Desde que monte se divisan tus pensamientos?
¿Qué carreteras recorren tus ruedas?
¿Qué abanicos baten tu aire?
¿Desde qué balcón observas el movimiento obsesionado de las olas, que con furia y ahinco estallan contra los acantilados sin tregua ni aliento,. Yendo y chocando. Volviendo mar adentro, impulsadas por el empuje y resistencia de esas moles inmóviles que las rechazan una y otra vez, que sólo poseen su inmensidad para defenderse?
¿En qué oquedades guardas tuis tesoros, que algún día un arriesgado aventurero descubrirá?
¿De qué están hechas las piedras que protegen tu corazón?
¿Desde que refugio me miran tus sueños?
¿Con qué dedos rastrillas las arenas de mis emociones?
El mundo inabarcable, el instante infinito. ¿Es eso lo que buscamos?
Observa la vida. escúchala. Siente. Vive. LLora.
Teje la vida. Continua. Se fuerte. Ahonda. Nada. Abraza.
Juega. Inventa. Sueña.
Sorpréndete.
Ama.
miércoles, 31 de agosto de 2011
¡Benditos Bikkembergs!
Mi muy estimado mr Bikkembergs.
Me atrevo a escribirle esta carta blogera, en respuesta a su desprendido acto de generosidad para con las necesidades de las féminas de medio mundo, que miran con alegría y esperanza en la humanidad, y más concretamente en el género masculino.
Cada cierto tiempo aparece en diversas publicaciones, un anuncio de esta marca (que no se muy bien si es de zapatillas, vaqueros, ropa interior, ¡qué se yo!...). En el susodicho anuncio aparecen de pie, en formación, rectos posando muy dignamente, muchachos de un equipo...(sé que debería haberme informado sobre la especialidad deportiva a la que pertenecen, si beisbol, waterpolo, futbol, futbol playa,...no se... ¡creo que no me importa en absoluto!...¿a ustedes si?...)
Yo creí que esta imagen había pasado sin pena ni gloria por mi revoltillo de cerebro, como otro más de de los anuncios de ti@s buenos que inundan las revistas. ¡Pero ingenua de mi!...¿Cómo pude ser tan ligera? Este importante producto de la industria (...¡la que sea!...) volvió a mi, eso si, hecho carne, como el pecado...
¿Sería una aparición, o quizás un espejismo del desierto de arena que hay que cruzar para alcanzar la orilla de la playa? O serían las alucinaciones propias de quien ha pasado dos horas bajo un sol de justicia dando saltos y bailando alocada. ¿Serían las gotas de sudor que perlaban (¡perlar, perlar!...¡vaya cursilería!, a mi más que perlas lo que me corre es el rio amazonas en épocas de lluvia, por mi canalillo...) mi frente y nublaban mi vista?
El caso es que iba yo a presumir de situación idílica al esar rodeada de amigos haciendo deporte al aire libre, rodeados de palmeras, olorosas adelfas, la temperatura ideal, la música más divertida, y allá al fondo... ... ... ... ¡A qué si, a que creían que iba a decir el mar, el Mediterráneo, el horizonte....!
¡Pues no! ¡Va a ser que yo tampoco soy muy romántica...!
Lo que se desparramaba al fondo era ni más ni menos, que los cuerpos sudorosos del equipo de los equipos, de todos los equipos de todas las modalidades deportivas por equipos, haciendo deporte al sol. ¿Qué deporte? ¡Ni idea!...¡Cualquier deporte! ¡Y qué más da! ¡A quién le importa eso!...(los únicos que hacíamos algo de provecho allí eramos nosotros)
Entonces entre gota y gota de sudor, entre sentadilla y sentadilla (si sentadilla, que lo del "squat" me parece un anglicismo innecesario habiendo "palabro" español al uso, además de una cursilada de pavo de gimnasio), entre el gorila y la princesa de mis sueños, entre la zumba y el step, volvia el famoso anuncio de Bikkembergs hecho realidad para nuestros ojos.
Se preguntaran si con las visiones y alucinaciones (¡que no, Angel, que no, que yo no me unto tu famoso alcohol para friegas con las hierbitas esas que tu le echas! ¡Ay cómo se entere tu mujer que son las de las risa, a tu edad deberías saber que no hay que abusar de los consejos y remedios de vecinas ya jubiladas!)
daba pie con bola...¡pues si!...que estoy acostumbrada a concentrarme un rato, pasar más tarde por Babia y volver a la realidad que me circunda saliendo medio airosa. Así que no perdimos ripio.
Para terminar, aunque supongo que a usted, Mr bikkembergs, no le interesará mucho, agradecer a los siete monitores a cada cual mejor, capitaneados por Ana, que cada año nos hacen sudar, reir, saltar, balilar y pasarlo cada vez mejor, y a nosotros el verdadero equipo, los que cada año repetimos en agosto, al borde del mar, porque nos gusta y porque lo echamos de menos en el largo invierno. a todos vosotros: ¡Nos vemos en 2012!
Sinceramente suya:
Una muy agradecida bonobo hembra.
P.D. Benditos Bikkembergs y...¡bendito pan de pueblo con tomate!
Me atrevo a escribirle esta carta blogera, en respuesta a su desprendido acto de generosidad para con las necesidades de las féminas de medio mundo, que miran con alegría y esperanza en la humanidad, y más concretamente en el género masculino.
Cada cierto tiempo aparece en diversas publicaciones, un anuncio de esta marca (que no se muy bien si es de zapatillas, vaqueros, ropa interior, ¡qué se yo!...). En el susodicho anuncio aparecen de pie, en formación, rectos posando muy dignamente, muchachos de un equipo...(sé que debería haberme informado sobre la especialidad deportiva a la que pertenecen, si beisbol, waterpolo, futbol, futbol playa,...no se... ¡creo que no me importa en absoluto!...¿a ustedes si?...)
Yo creí que esta imagen había pasado sin pena ni gloria por mi revoltillo de cerebro, como otro más de de los anuncios de ti@s buenos que inundan las revistas. ¡Pero ingenua de mi!...¿Cómo pude ser tan ligera? Este importante producto de la industria (...¡la que sea!...) volvió a mi, eso si, hecho carne, como el pecado...
¿Sería una aparición, o quizás un espejismo del desierto de arena que hay que cruzar para alcanzar la orilla de la playa? O serían las alucinaciones propias de quien ha pasado dos horas bajo un sol de justicia dando saltos y bailando alocada. ¿Serían las gotas de sudor que perlaban (¡perlar, perlar!...¡vaya cursilería!, a mi más que perlas lo que me corre es el rio amazonas en épocas de lluvia, por mi canalillo...) mi frente y nublaban mi vista?
El caso es que iba yo a presumir de situación idílica al esar rodeada de amigos haciendo deporte al aire libre, rodeados de palmeras, olorosas adelfas, la temperatura ideal, la música más divertida, y allá al fondo... ... ... ... ¡A qué si, a que creían que iba a decir el mar, el Mediterráneo, el horizonte....!
¡Pues no! ¡Va a ser que yo tampoco soy muy romántica...!
Lo que se desparramaba al fondo era ni más ni menos, que los cuerpos sudorosos del equipo de los equipos, de todos los equipos de todas las modalidades deportivas por equipos, haciendo deporte al sol. ¿Qué deporte? ¡Ni idea!...¡Cualquier deporte! ¡Y qué más da! ¡A quién le importa eso!...(los únicos que hacíamos algo de provecho allí eramos nosotros)
Entonces entre gota y gota de sudor, entre sentadilla y sentadilla (si sentadilla, que lo del "squat" me parece un anglicismo innecesario habiendo "palabro" español al uso, además de una cursilada de pavo de gimnasio), entre el gorila y la princesa de mis sueños, entre la zumba y el step, volvia el famoso anuncio de Bikkembergs hecho realidad para nuestros ojos.
Se preguntaran si con las visiones y alucinaciones (¡que no, Angel, que no, que yo no me unto tu famoso alcohol para friegas con las hierbitas esas que tu le echas! ¡Ay cómo se entere tu mujer que son las de las risa, a tu edad deberías saber que no hay que abusar de los consejos y remedios de vecinas ya jubiladas!)
daba pie con bola...¡pues si!...que estoy acostumbrada a concentrarme un rato, pasar más tarde por Babia y volver a la realidad que me circunda saliendo medio airosa. Así que no perdimos ripio.
Para terminar, aunque supongo que a usted, Mr bikkembergs, no le interesará mucho, agradecer a los siete monitores a cada cual mejor, capitaneados por Ana, que cada año nos hacen sudar, reir, saltar, balilar y pasarlo cada vez mejor, y a nosotros el verdadero equipo, los que cada año repetimos en agosto, al borde del mar, porque nos gusta y porque lo echamos de menos en el largo invierno. a todos vosotros: ¡Nos vemos en 2012!
Sinceramente suya:
Una muy agradecida bonobo hembra.
P.D. Benditos Bikkembergs y...¡bendito pan de pueblo con tomate!
martes, 30 de agosto de 2011
domingo, 21 de agosto de 2011
LOVING BARNA
Es Agosto. Hace calor. Humedad.
Vuelvo a Barcelona.
Serán las doce y media.
Salimos en Plaça Catalunya.
Bajamos La Rambla. ¡Qué calor!
Hordas de turistas tapizan las aceras. Yo también soy turista.
Kioscos de flores. Patata de césped.
Tenderete de nidos de pájaros, conejos, tortugas, peces y hamsters colgados de minicolumpios.
Compro unos pendientes de plumas azules.
Aparece Colón. De espaldas. Atentos a los pasos de cebra. Anuncian los atropellos de viandantes.
Catamaranes. Cruceros. Yates. Veleros. Hace sol, mucho sol.
Pasarela de madera. Hotel vela. El mar. Me vuelvo a mirar las Ramblas desde aquí. Ha cambiado la luz.
Son las dos. Creo. Maremagnum. Foto a nuestro reflejo. Tapa Tapa. Aire acondicionado.
No hay valor. Pero hay que salir.
¿Qué hora es? No se. Medio dia. Camino arriba. Por la sombra. Atravesamos el Barri Gótic.
Calles estrechas. Silencio. Poca gente. Tienditas. Preciosas tiendas.
Plaça Real. Me recuerda la plaza Mayor. Terrazas. Foto a la palmera. Tenderetes de miel. Compro velas.
Seguimos subiendo. Elijo piedas. Llamo a R. Risas.
Salimos del silencio. Foto al Corte Inglés. Miro al edificio de Cottet. (Deformación profesional...)
Passeig de Graçia. Cambia el estilo. Tiendas de marca. Escaparates elegantes y modernos.
Aceras amplias. También hay turistas. Hay espacio para caminar.
Arquitectura. Balcones. Miradores. Ventanas. Portales. Cornisas. Puertas. Azoteas.
Casa Batlló. Hay cola. Turistas tirados boca arriba, objetivo en ristre apuntando a la fachada. Yo también me espatarro.
Van tres botellas de agua.
Subimos. Cambiamos de acera. La Pedrera. Mas colas. Fotos.
Bajamos dos calles, giramos a la izquierda. Seguimos por carrer Mallorca.
Ha vuelto a cambiar la luz. No hay casi ruido. Sólo nuestros pasos. Se agradece.
Curioso escaparate. Rojo, negro y rosa. Una cama de matrimornio. Parece de agua. No. De las que se inclinan con el mando. No. ¿De qué es la tienda? Una pareja curiosa también mira. Miro un cartel. Risas. ¡Es una cama para vaguetes! Es una tienda de objetos eróticos. (También muebles. Está cerrada. Sino, entro)
La cama se mueve sola. ¡No se si acompaña el movimiento o es para no hacer ninguno! Investigaré.
¡Vaya salto! La Sagrada Familia.
Nos sentamos en un banco. ¡Está mirando de espaldas al Templo!. Pero podemos ver un agradable jardincillo en donde hacen caca los perritos.
Muchas colas. Fotos. Cancioncillas. Grupos de "amo a laura" entonan sus melodías.
Llamada a V. Risas. Más risas. jajaja! Lo de ir en coche a Goya en vez de a Málaga es muy bueno!
¡Que no decaiga!
Cocacola Zero en una terraza esquinera. De vuelta por la sombra. No hace calor.
Compro plátanos y uvas. Salimos al passeig de Graçia. Vuelve la gente. Vuelven las tiendas caras. LLama A. Risas. Cuento la aventura tanguera. Risas. Tonos del cucu. Mas risas. No tengo saldo.
Llego a la plaça Catalunya. entro en el parking. No hay cobertura. No puedo llamar. Me muero de calor.
Salimos. Atardece. Vuelta a la autopista.
Ya queda atrás. Un día en Barcelona.
Dedicat per a tot els meus amics catalans de naixement o adoptius com jo.
Vuelvo a Barcelona.
Serán las doce y media.
Salimos en Plaça Catalunya.
Bajamos La Rambla. ¡Qué calor!
Hordas de turistas tapizan las aceras. Yo también soy turista.
Kioscos de flores. Patata de césped.
Tenderete de nidos de pájaros, conejos, tortugas, peces y hamsters colgados de minicolumpios.
Compro unos pendientes de plumas azules.
Aparece Colón. De espaldas. Atentos a los pasos de cebra. Anuncian los atropellos de viandantes.
Catamaranes. Cruceros. Yates. Veleros. Hace sol, mucho sol.
Pasarela de madera. Hotel vela. El mar. Me vuelvo a mirar las Ramblas desde aquí. Ha cambiado la luz.
Son las dos. Creo. Maremagnum. Foto a nuestro reflejo. Tapa Tapa. Aire acondicionado.
No hay valor. Pero hay que salir.
¿Qué hora es? No se. Medio dia. Camino arriba. Por la sombra. Atravesamos el Barri Gótic.
Calles estrechas. Silencio. Poca gente. Tienditas. Preciosas tiendas.
Plaça Real. Me recuerda la plaza Mayor. Terrazas. Foto a la palmera. Tenderetes de miel. Compro velas.
Seguimos subiendo. Elijo piedas. Llamo a R. Risas.
Salimos del silencio. Foto al Corte Inglés. Miro al edificio de Cottet. (Deformación profesional...)
Passeig de Graçia. Cambia el estilo. Tiendas de marca. Escaparates elegantes y modernos.
Aceras amplias. También hay turistas. Hay espacio para caminar.
Arquitectura. Balcones. Miradores. Ventanas. Portales. Cornisas. Puertas. Azoteas.
Casa Batlló. Hay cola. Turistas tirados boca arriba, objetivo en ristre apuntando a la fachada. Yo también me espatarro.
Van tres botellas de agua.
Subimos. Cambiamos de acera. La Pedrera. Mas colas. Fotos.
Bajamos dos calles, giramos a la izquierda. Seguimos por carrer Mallorca.
Ha vuelto a cambiar la luz. No hay casi ruido. Sólo nuestros pasos. Se agradece.
Curioso escaparate. Rojo, negro y rosa. Una cama de matrimornio. Parece de agua. No. De las que se inclinan con el mando. No. ¿De qué es la tienda? Una pareja curiosa también mira. Miro un cartel. Risas. ¡Es una cama para vaguetes! Es una tienda de objetos eróticos. (También muebles. Está cerrada. Sino, entro)
La cama se mueve sola. ¡No se si acompaña el movimiento o es para no hacer ninguno! Investigaré.
¡Vaya salto! La Sagrada Familia.
Nos sentamos en un banco. ¡Está mirando de espaldas al Templo!. Pero podemos ver un agradable jardincillo en donde hacen caca los perritos.
Muchas colas. Fotos. Cancioncillas. Grupos de "amo a laura" entonan sus melodías.
Llamada a V. Risas. Más risas. jajaja! Lo de ir en coche a Goya en vez de a Málaga es muy bueno!
¡Que no decaiga!
Cocacola Zero en una terraza esquinera. De vuelta por la sombra. No hace calor.
Compro plátanos y uvas. Salimos al passeig de Graçia. Vuelve la gente. Vuelven las tiendas caras. LLama A. Risas. Cuento la aventura tanguera. Risas. Tonos del cucu. Mas risas. No tengo saldo.
Llego a la plaça Catalunya. entro en el parking. No hay cobertura. No puedo llamar. Me muero de calor.
Salimos. Atardece. Vuelta a la autopista.
Ya queda atrás. Un día en Barcelona.
Dedicat per a tot els meus amics catalans de naixement o adoptius com jo.
domingo, 7 de agosto de 2011
Tal vez aunque no estemos juntos sentiras el aire
No quiero que des la espalda. Hay que tomarselo en serio. Basta de palabras. Busquemos remedio. Vamos a hacer el camino, con decisión y coraje, sin pensar que el viaje llegue a su destino.
domingo, 31 de julio de 2011
AMIGAS
Si. amigas con letras mayúsculas.
Hoy hago mi homenaje a mis AMIGAS. A todas ellas.
A esas mujeres a las que admiro.
A todas ellas, porque me dan tanto sin pedírselo.
A ellas. Que brillan. Que brillan por ser como son.
A ellas porque pueden.
A ellas porque son más valientes de lo que creen.
A ellas que avanzan y con ellas avanzan los que las rodean.
A ellas que son fuertes como rocas y la la vez suaves como las olas.
A ellas que se hacen cada día.
A ellas que son ejemplo para muchas otras mujeres.
A ellas porque su luz está en su mirada y en sus sonrisas.
A ellas, maestras de todo.
A ellas por ser siempre.
A ellas amigas "paibon".
A ellas porque para mi son las mejores.
A ellas porque todas son distintas.
A ellas que aprenden cada día, y enseñan hasta lo que no creen que saben.
A ellas que son capaces de parar el tiempo.
A ellas, mis AMIGAS, porque con ellas la vida es una fiesta de pijamas eterna.
Hoy hago mi homenaje a mis AMIGAS. A todas ellas.
A esas mujeres a las que admiro.
A todas ellas, porque me dan tanto sin pedírselo.
A ellas. Que brillan. Que brillan por ser como son.
A ellas porque pueden.
A ellas porque son más valientes de lo que creen.
A ellas que avanzan y con ellas avanzan los que las rodean.
A ellas que son fuertes como rocas y la la vez suaves como las olas.
A ellas que se hacen cada día.
A ellas que son ejemplo para muchas otras mujeres.
A ellas porque su luz está en su mirada y en sus sonrisas.
A ellas, maestras de todo.
A ellas por ser siempre.
A ellas amigas "paibon".
A ellas porque para mi son las mejores.
A ellas porque todas son distintas.
A ellas que aprenden cada día, y enseñan hasta lo que no creen que saben.
A ellas que son capaces de parar el tiempo.
A ellas, mis AMIGAS, porque con ellas la vida es una fiesta de pijamas eterna.
viernes, 29 de julio de 2011
TE QUIERO
No le dejes espacio a la tristeza. Llénalo de alegría.
No te rindas. Todo es posible.
Como dice la canción: " la vida cambia y cambiará". Siempre lo hace.
Sabes que el tiempo vuela, así que déjame que vuele contigo.
Si tienes algo que hacer: ¡hazlo!
Rodéate de personas que te gusten, y disfruta con ellas.
No dejes de decirle a nadie: "te quiero"
domingo, 24 de julio de 2011
sábado, 23 de julio de 2011
Perdonar es necesario. Perdonarse también.
Sana tus heridas si quieres avanzar.
Curarse y perdonarse. Curar y perdonar a quien lo tengas que hacer, a quien necesites.
Podría ocurrir, que en un principio no encontrases a nadie en tu entorno presente o pasado, al que perdonar. O que te sintieras indigno de hacerlo, o que pensaras que quién eres tú para perdonar a nadie. Habitualmente, quien más te cuesta reconocer que has de perdonar, es a quien más lo necesitas hacer, y quien más y profundo te infringió el dolor. Pero cuando meditas la idea, rebuscas en tu interior alguien acaba apareciendo ante ti. Mirandote. Haciéndote sentir lo mismo. Es humano sentir temor. A nadie le gusta revivir los malos momentos, pero aguanta.
Se valiente.
Lo tienes frente a tu corazón haciéndote temblar, haciéndote pasar por lo mismo.
Duélete.
No te permitas salir huyendo. Enfréntate a ello.
Si es duro, es duro.
Si te hace llorar, llora.
Pásalo.
Vive tu dolor. No lo escondas más.
Limpia la herida antes de ponerle la tirita.
Hay que pasar la página cuando está todo leído y comprendido, cuando lo hemos madurado y no nos hemos saltado ni una coma.
Una vez revivido y examinado lo que nos produjo dolor, hay que saber que quizás ese alguien lo hizo como supo o como pudo en ese momento, con sus miedos, sus dudas, sus herencias, las creencias incrustadas en los genes, con sus razones, equivocadas o no, sus costumbres, sus habilidades. su entorno, sus conocimientos y presiones de aquel entonces.
Que quizás en otras circunstancias y otros momentos, su actitud o sus consecuencias serían otras. Pero fueron las que fueron. Y eso ya no se puede cambiar. Lo que si se puede modificar es lo que te hace sentir ahora.
Así que una vez aceptado: perdonar. Pero no decirlo, sino sentirlo en nuestro corazón. Perdonar por el dolor tan grande que nos hicieron, o por eso que aparentemente parecía una tontería pero que te hirió, por el dolor tan grande que todavía queda. Sentir que los liberas, que te liberas con ese perdón. Que tu alma ya se siente ligera, que ya no te pesan los que te hicieron daño. Y sentirás la paz y el descanso que produce no guardar rencor.
Deja marchar la ira.
Ve cerrando puertas.
No tengas prisa.
El tiempo no existe.
Tómate el que precises.
No te mientas, no te engañes de nuevo.
Ve paso a paso.
Enfréntate a ello en soledad, contigo mismo.
Y perdónate también a tí mismo. Por hacer lo que hiciste y por lo que no hiciste, porque ocurrió como te dejaron las circunstancias, con tus presiones, tus ideas preconcebidas o heredadas, como supiste, como entendiste, con tus herramientas, tus experiencias, tus miedos. Y eso ya fué. Ya pasó. Ya no existe. Sólo debes cerrar esa puerta cuando te hayas curado y perdonado de veras.
Siéntete bien por como eres ahora.
Lo que eres ahora es fruto de todo lo que fuiste.
Lo que vale, lo que importa eres tu y "tu ahora". Lo que descubres cuando te miras al espejo. Lo que ven los demás cuando se asoman a tu mirada.
Siéntete bien porque has llegado hasta aquí.
Nadie puede arreglarte la vida más que tú.
Vive felíz de tus logros, que son muchos.
Disfruta de lo que tienes delante.
Enorgullécete de cómo eres.
Merece la pena. Mereces la pena.
Curarse y perdonarse. Curar y perdonar a quien lo tengas que hacer, a quien necesites.
Podría ocurrir, que en un principio no encontrases a nadie en tu entorno presente o pasado, al que perdonar. O que te sintieras indigno de hacerlo, o que pensaras que quién eres tú para perdonar a nadie. Habitualmente, quien más te cuesta reconocer que has de perdonar, es a quien más lo necesitas hacer, y quien más y profundo te infringió el dolor. Pero cuando meditas la idea, rebuscas en tu interior alguien acaba apareciendo ante ti. Mirandote. Haciéndote sentir lo mismo. Es humano sentir temor. A nadie le gusta revivir los malos momentos, pero aguanta.
Se valiente.
Lo tienes frente a tu corazón haciéndote temblar, haciéndote pasar por lo mismo.
Duélete.
No te permitas salir huyendo. Enfréntate a ello.
Si es duro, es duro.
Si te hace llorar, llora.
Pásalo.
Vive tu dolor. No lo escondas más.
Limpia la herida antes de ponerle la tirita.
Hay que pasar la página cuando está todo leído y comprendido, cuando lo hemos madurado y no nos hemos saltado ni una coma.
Una vez revivido y examinado lo que nos produjo dolor, hay que saber que quizás ese alguien lo hizo como supo o como pudo en ese momento, con sus miedos, sus dudas, sus herencias, las creencias incrustadas en los genes, con sus razones, equivocadas o no, sus costumbres, sus habilidades. su entorno, sus conocimientos y presiones de aquel entonces.
Que quizás en otras circunstancias y otros momentos, su actitud o sus consecuencias serían otras. Pero fueron las que fueron. Y eso ya no se puede cambiar. Lo que si se puede modificar es lo que te hace sentir ahora.
Así que una vez aceptado: perdonar. Pero no decirlo, sino sentirlo en nuestro corazón. Perdonar por el dolor tan grande que nos hicieron, o por eso que aparentemente parecía una tontería pero que te hirió, por el dolor tan grande que todavía queda. Sentir que los liberas, que te liberas con ese perdón. Que tu alma ya se siente ligera, que ya no te pesan los que te hicieron daño. Y sentirás la paz y el descanso que produce no guardar rencor.
Deja marchar la ira.
Ve cerrando puertas.
No tengas prisa.
El tiempo no existe.
Tómate el que precises.
No te mientas, no te engañes de nuevo.
Ve paso a paso.
Enfréntate a ello en soledad, contigo mismo.
Y perdónate también a tí mismo. Por hacer lo que hiciste y por lo que no hiciste, porque ocurrió como te dejaron las circunstancias, con tus presiones, tus ideas preconcebidas o heredadas, como supiste, como entendiste, con tus herramientas, tus experiencias, tus miedos. Y eso ya fué. Ya pasó. Ya no existe. Sólo debes cerrar esa puerta cuando te hayas curado y perdonado de veras.
Siéntete bien por como eres ahora.
Lo que eres ahora es fruto de todo lo que fuiste.
Lo que vale, lo que importa eres tu y "tu ahora". Lo que descubres cuando te miras al espejo. Lo que ven los demás cuando se asoman a tu mirada.
Siéntete bien porque has llegado hasta aquí.
Nadie puede arreglarte la vida más que tú.
Vive felíz de tus logros, que son muchos.
Disfruta de lo que tienes delante.
Enorgullécete de cómo eres.
Merece la pena. Mereces la pena.
martes, 12 de julio de 2011
LEER ES UN PLACER
El título de la entrada parecerá para muchos una perogrullada, pero aún así yo insistiré.
¿No les ocurre, que si hacen algo que les gusta no quieren que se acabe nunca? (Otra perogrullada...)
A mi me pasa con las lecturas. Cuando doy con alguna que me sorprende, me gusta, me emociona y la disfruto tanto, que cada tanto tengo que cerrar el libro, para cundirlo, para saborearlo, para alargar el placer, para que no llegue nunca la contraportada.
La ansiedad es más evidente en un artículo o una entrevista, en la que ves físicamente ese fatídico punto final.
Lo ves cercano...muy cercano...y no quieres avanzar, quieres detener el placer, porque te gusta...pero claro, es insoportable la espera y la tentación de seguir leyendo es muy fuerte, y tu mirada se dirige a ese punto que parece se vaya acercando peligrosamente.
¿Que hago?...Me detengo...me paro, miro para otro lado, pienso en otra cosa, me recreo en mi mente saltarina...parezco segura...¡lo he logrado! ¡he conseguido controlar el impulso de leer hasta la muerte sin contemplaciones, de gozar hasta la última coma sin respirar, darme un atracón de gusto.
Pero no... sin querer, disimuladamente mis ojos miran de reojillo, pícaros ellos, miran con lujuria esas letritas impresas que me llaman con picardía, ese canto de sirenas que me dice que siga, que siga, que hay algo nuevo que me gustará... mírame...mírame con esos ojos golositos...lo que te cuento ahora te gusta...pero...¿y un poquito más allá?...sí, sí, eso...eso...
Tengo que ser fuerte, aguantar, tengo que dosificarme, queda sólo media página para acabar. Vuelvo a mirar al cielo: ¡concéntrate!. Así hasta que finalmente te dejas ganar por el texto y te metes tan profundamente en el, que te vas dejando, te vas sumergiendo, y el te va inundando, va rellenando tus recobecos, va nutriendo tu mente y tú te meces con lo que aprendes, con lo que imaginas, con lo que gozas.
Vas muriendo poco a poco entre sus letras, a merced de sus espacios, hasta que por fín, sin resistencia te vence, te gana, te lleva y te arrastra con él.
Y ya es la estación Términi. Anuncian la llegada por megafonía. Vas recogiendo tus maletas, te vas levantando, recuperando, recomponiendo. Siguen sus ecos, continuan sus efluvios, pero la realidad ya cambió.
Superada la frustración que supone ver acabar lo bueno, te commpensa el saber que allí, sí alli, encima de la mesa, sigue esperándo ese otro libro que cerraste hace un tiempo, que en su día abriste y te ahogaste en él durante unas páginas entre sus ideas y te agarró bien fuerte con sus tentáculos de imaginación.
Te compensa saber que entre portada y contraportada, habita un mundo tan ancho, tan largo, tan profundo, y tan dilatado en el tiempo como tu elijas, donde el límite reside solamente en tu imaginación.
Leer es poder.
Leer es querer.
Leer es descubrir.
Leer es aprender y aprehender.
Leer es lamer la vida como si fuera un sorbete.
Leer es un placer.
¿No les ocurre, que si hacen algo que les gusta no quieren que se acabe nunca? (Otra perogrullada...)
A mi me pasa con las lecturas. Cuando doy con alguna que me sorprende, me gusta, me emociona y la disfruto tanto, que cada tanto tengo que cerrar el libro, para cundirlo, para saborearlo, para alargar el placer, para que no llegue nunca la contraportada.
La ansiedad es más evidente en un artículo o una entrevista, en la que ves físicamente ese fatídico punto final.
Lo ves cercano...muy cercano...y no quieres avanzar, quieres detener el placer, porque te gusta...pero claro, es insoportable la espera y la tentación de seguir leyendo es muy fuerte, y tu mirada se dirige a ese punto que parece se vaya acercando peligrosamente.
¿Que hago?...Me detengo...me paro, miro para otro lado, pienso en otra cosa, me recreo en mi mente saltarina...parezco segura...¡lo he logrado! ¡he conseguido controlar el impulso de leer hasta la muerte sin contemplaciones, de gozar hasta la última coma sin respirar, darme un atracón de gusto.
Pero no... sin querer, disimuladamente mis ojos miran de reojillo, pícaros ellos, miran con lujuria esas letritas impresas que me llaman con picardía, ese canto de sirenas que me dice que siga, que siga, que hay algo nuevo que me gustará... mírame...mírame con esos ojos golositos...lo que te cuento ahora te gusta...pero...¿y un poquito más allá?...sí, sí, eso...eso...
Tengo que ser fuerte, aguantar, tengo que dosificarme, queda sólo media página para acabar. Vuelvo a mirar al cielo: ¡concéntrate!. Así hasta que finalmente te dejas ganar por el texto y te metes tan profundamente en el, que te vas dejando, te vas sumergiendo, y el te va inundando, va rellenando tus recobecos, va nutriendo tu mente y tú te meces con lo que aprendes, con lo que imaginas, con lo que gozas.
Vas muriendo poco a poco entre sus letras, a merced de sus espacios, hasta que por fín, sin resistencia te vence, te gana, te lleva y te arrastra con él.
Y ya es la estación Términi. Anuncian la llegada por megafonía. Vas recogiendo tus maletas, te vas levantando, recuperando, recomponiendo. Siguen sus ecos, continuan sus efluvios, pero la realidad ya cambió.
Superada la frustración que supone ver acabar lo bueno, te commpensa el saber que allí, sí alli, encima de la mesa, sigue esperándo ese otro libro que cerraste hace un tiempo, que en su día abriste y te ahogaste en él durante unas páginas entre sus ideas y te agarró bien fuerte con sus tentáculos de imaginación.
Te compensa saber que entre portada y contraportada, habita un mundo tan ancho, tan largo, tan profundo, y tan dilatado en el tiempo como tu elijas, donde el límite reside solamente en tu imaginación.
Leer es poder.
Leer es querer.
Leer es descubrir.
Leer es aprender y aprehender.
Leer es lamer la vida como si fuera un sorbete.
Leer es un placer.
jueves, 7 de julio de 2011
Girar o no girar el boton de la sensualidad.
Hay etapas en las que a la mujer le apetece estar sexy, sensual, femenina; otras en las que sencillamente, una no presta atención, ni a si sensualidad, ni a su apariencia, ni a su ser; y otras en las que una se ve extramadamente femenina y quisiera no estarlo.
Yo en esas ocasiones, necesito bajar el volumen de sensualidad. ¿Y donde se baja? Imagino que cada cual tiene su sistema. En mi caso, en momentos de alta concentración de hormonas femeninas mezcladas, que no agitadas, con una alta concentración de curvas peligrosas (como en la carretera. que por algo lo señalan como peligroso), siento la necesidad de incorporar masculinidad a mi persona para compensar, para sentirme equilibrada, y así aportar una parte, de las muchas cosas buenas que tienen los hombres, a mi persona.
Ni corta ni perezosa, recurro a la cabeza, y no me refiero a pensar, (que también podría ser, pero no es el caso) sino al pelo...¡y me lo corto!. Dependiendo del alto grado de aspectos femeninos acumulados, así de corto me lo dejo. Lo he llevado de todas longitudes, y en ocasiones coincidiendo con embarazos, lactancias, y otros momentos hormonales concretos, y podría decirse que era por comodidad, pero no. Era mi forma de frenar la ola de sensualidad y feminidad que me invadía.
Cada uno utiliza una técnica.
Me ha resultado un ejercicio práctico psicológico muy efectivo. Quizás no todo el mundo pueda hacerlo en ciertos momentos de su vida, pero si cuando te lo pida el cuerpo.
Inicialmente, hay algo dentro de ti que te ronda, que te inquieta, y cierto motivo que hace que tu mente haga click.
Le sigue decisión de dirigirse hacia la peluquería, y hacer de esa intención una realidad. Y este punto implica mucha valentía y sinceridad, porque no suelen ser decisiones tomadas con nadie, sino contigo mismo.
Llega el momento decisivo: Estás frente al espejo y el peluquer@ ya ha metido mano a la melena. Hay instantes de flaqueza en los que cierras los ojos (sobre todo si es la primera vez). Si es la enésima vez que te lo cortas muy corto, al dos o al tres, y confías en las manos en las que estás, esta fase nos la saltamos.
Una recomendación absurda, pero real: ¡El pelo crece!...¡No es una leyenda urbana!...¡Es verdad!
Para finalizar, toca enfrentarse con esa persona que te mira con ojos asustados desde el espejo.
¿Qué ves?
¿Qué sientes?
¿Qué temes?
¿De qué te has desprendido?
¿Cuántas cosas descubres, ahora que no te distrae el cabello?
¿Qué piensas?
¿Ves el brillo en tus ojos?
¿Has visto cómo crece tu cuello?
¿Qué afirmaciones te crees ahora?
¿En qué nivel está ahora tu autoestima?
¿Te valen las mismas preguntas?
Puede que las respuestas no sean de tu gusto, que no sean afirmativas, que no tengas respuesta, que te hagas todavía más preguntas sin respuesta. Puede que la imagen que proyectes no sea la que tu esperabas, puede que te sientas avergonzada, o insegura, que jures y perjures que no lo volverás a repetir.
Puede parecer sorprendente, pero esta situación ayuda mucho para el futuro, aunque no repitas look. Y puede que muchos respiren de alivio al verlo crecer. pero te enseña que la apariencia, el físico, como la juventud, es pasajera.
Desprenderse de algo tan femenino, de algo que provoca tanto en los hombres, de algo que te condiciona (tus gestos, tus movimientos, tu lenguaje corporal, tu autoestima, tu seguridad, tu relación con los otros). Hace plantearte muchas cosas, entre otras, te ayuda a quererte a ti misma por lo que tienes por dentro; a descubrir qué personas te miran con la misma intensidad que antes, y quienes no. A descubrir que te quieren igual. A descubrir que tu conversación, tu risa, tu actitud, tu amor a los demás, tu inteligencia, tu bondad, tu forma de ser en definitiva, es lo que importa y enamora a los demás.
Seguro que muchos han comprobado en sus propias carnes, que el día que más horroroso estás, en las épocas que estabas más gordito, o más despreocupado por el aspecto, ha sido cuando más has ligado, más piropos has recibido, más éxito has tenido,...
Pues si eso es así, y sin renegar del pelo largo, del buen aspecto físico, de cuidarnos, de sentirnos guapos, de darnos cremas, de hacer deporte, no nos obsesionemos. Lo importante es sentirse bien con uno mismo.
Cuídate por fuera, si, pero no te olvides de cuidarte por dentro.
Yo en esas ocasiones, necesito bajar el volumen de sensualidad. ¿Y donde se baja? Imagino que cada cual tiene su sistema. En mi caso, en momentos de alta concentración de hormonas femeninas mezcladas, que no agitadas, con una alta concentración de curvas peligrosas (como en la carretera. que por algo lo señalan como peligroso), siento la necesidad de incorporar masculinidad a mi persona para compensar, para sentirme equilibrada, y así aportar una parte, de las muchas cosas buenas que tienen los hombres, a mi persona.
Ni corta ni perezosa, recurro a la cabeza, y no me refiero a pensar, (que también podría ser, pero no es el caso) sino al pelo...¡y me lo corto!. Dependiendo del alto grado de aspectos femeninos acumulados, así de corto me lo dejo. Lo he llevado de todas longitudes, y en ocasiones coincidiendo con embarazos, lactancias, y otros momentos hormonales concretos, y podría decirse que era por comodidad, pero no. Era mi forma de frenar la ola de sensualidad y feminidad que me invadía.
Cada uno utiliza una técnica.
Me ha resultado un ejercicio práctico psicológico muy efectivo. Quizás no todo el mundo pueda hacerlo en ciertos momentos de su vida, pero si cuando te lo pida el cuerpo.
Inicialmente, hay algo dentro de ti que te ronda, que te inquieta, y cierto motivo que hace que tu mente haga click.
Le sigue decisión de dirigirse hacia la peluquería, y hacer de esa intención una realidad. Y este punto implica mucha valentía y sinceridad, porque no suelen ser decisiones tomadas con nadie, sino contigo mismo.
Llega el momento decisivo: Estás frente al espejo y el peluquer@ ya ha metido mano a la melena. Hay instantes de flaqueza en los que cierras los ojos (sobre todo si es la primera vez). Si es la enésima vez que te lo cortas muy corto, al dos o al tres, y confías en las manos en las que estás, esta fase nos la saltamos.
Una recomendación absurda, pero real: ¡El pelo crece!...¡No es una leyenda urbana!...¡Es verdad!
Para finalizar, toca enfrentarse con esa persona que te mira con ojos asustados desde el espejo.
¿Qué ves?
¿Qué sientes?
¿Qué temes?
¿De qué te has desprendido?
¿Cuántas cosas descubres, ahora que no te distrae el cabello?
¿Qué piensas?
¿Ves el brillo en tus ojos?
¿Has visto cómo crece tu cuello?
¿Qué afirmaciones te crees ahora?
¿En qué nivel está ahora tu autoestima?
¿Te valen las mismas preguntas?
Puede que las respuestas no sean de tu gusto, que no sean afirmativas, que no tengas respuesta, que te hagas todavía más preguntas sin respuesta. Puede que la imagen que proyectes no sea la que tu esperabas, puede que te sientas avergonzada, o insegura, que jures y perjures que no lo volverás a repetir.
Puede parecer sorprendente, pero esta situación ayuda mucho para el futuro, aunque no repitas look. Y puede que muchos respiren de alivio al verlo crecer. pero te enseña que la apariencia, el físico, como la juventud, es pasajera.
Desprenderse de algo tan femenino, de algo que provoca tanto en los hombres, de algo que te condiciona (tus gestos, tus movimientos, tu lenguaje corporal, tu autoestima, tu seguridad, tu relación con los otros). Hace plantearte muchas cosas, entre otras, te ayuda a quererte a ti misma por lo que tienes por dentro; a descubrir qué personas te miran con la misma intensidad que antes, y quienes no. A descubrir que te quieren igual. A descubrir que tu conversación, tu risa, tu actitud, tu amor a los demás, tu inteligencia, tu bondad, tu forma de ser en definitiva, es lo que importa y enamora a los demás.
Seguro que muchos han comprobado en sus propias carnes, que el día que más horroroso estás, en las épocas que estabas más gordito, o más despreocupado por el aspecto, ha sido cuando más has ligado, más piropos has recibido, más éxito has tenido,...
Pues si eso es así, y sin renegar del pelo largo, del buen aspecto físico, de cuidarnos, de sentirnos guapos, de darnos cremas, de hacer deporte, no nos obsesionemos. Lo importante es sentirse bien con uno mismo.
Cuídate por fuera, si, pero no te olvides de cuidarte por dentro.
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