domingo, 27 de marzo de 2011

TONTOPHONE

   ¡Vaya por Dios! ¡Cómo he podido llegar hasta este punto! ¿En qué momento se suspendió el tiempo ( y lo perdí, claro)?
   ¡No lo podréis creer! ¡seguro!
   ¡No tengo un SMARTPHONE!
   ¡¡¡¿Pero que va a ser de mi?!!!
   Rebusco, por si las moscas en la oscuridad insondable de mi bolso...¡nada!: pañuelos de papel usados, el monedero, las llaves (las del coche, las de casa, las de mi madre, el candado de la taquilla del gimnasio....)miles de millones de brillos y barras de labios, chicles desparramados de todos los sabores del mercado, las gafas sol, las de repuesto, el estuche de las lentillas, lágrima artificial, dos agendas (por si las acaso, que nunca se sabe...), el libro de turno, un neceser con los primeros auxilios (...¡vamos, tiritas, trombocid, el roll on anti-rozaduras, ibuprofeno, almax,...), tickets, tickets, tickets y más tickets...
   ...¡Un momento, algo toco...¿ a ver ...? ...¿pero... ?...¿y esto qué es?...: ¡ un TONTOPHONE!
   ¡Dios mio! ¡Escóndelo antes de que alguien te vea!
   ¡Vale, que si!  Ya se que tengo una cámara digital (de esas para poco avispados), con mogollón de megapíxeles, antimovimientos, reconocimiento facial, busca sonrisas, antiojos rojos, extraplana, y la releche, pero no, no vale, ¡aunque sea casi nueva! ¡No puedo hacer IPHONEOGRAFIAS!
   ¡My Godness help! que decía mi profe del cole ( ¡claro que hace muchos años!)
   ¡Pero que descalabro! ...¡ Es que...( ya me da vergüenza confesarlo)...es que...¡tampoco uso TABLETA!
Sólo uso portatil.
   ¡Que me aspen! ¡Si! ¡Que me aspen!. Y también ¡Cáspita!
   El tsunami de la tecnología me arrolla y deja trás de mi un reguero de pobres supermodernos artilugios, hechos papilla por la novedad que irrumpe y empuja.
   No se si podré soportar el hecho de no poder "tuitear", "bloguear",o "feisear" ( de facebook, claro) entre extraescolar y extraescolar.
   Claro que la culpa no la tienen del todo las tecnologías, sino más bien, que no tengo más brazos para colgarme más bolsas, bolsos y mochilas; ni màs dedos en la mano libres, para poder teclear algo. Aunque si los tuviera, no creo que la nocilla que chuerretea del sandwich sea compatible con el teclado de la blackberry, y seguro seguro, que con la grasilla del bocata de chorizo, las pantallas táctiles se vuelven locas.
   Por supuesto que mis "tecnoamigos" son capaces de sacar un hueco al día para dedicarse a los ciberasuntos, pero casi siempre se lo quitan a las horas de sueño, y yo es que tengo unas neuronas muy vagas e insociales, a las que se la pelan estos rollos, y cuando llega cierta hora de la noche hibernan, se hacen autistas, y se niegan a trabajar con coerencia, así que ante tal evidencia física y mental, me decanto por no luchar contra el enemigo, unirme a el y meterme a la piltra. 
   ¡Espero que "cibermorfeo" no me castigue con "ciberpesadillas"!

sábado, 19 de marzo de 2011

¡DISFRUTAD DE LA PATERNIDAD!

   Hoy como es 19 de Marzo, toca hablar de los padres.
   Lo primero que se me viene a la cabeza son los trabajos manuales que los niños les hacen.
   Luego, apabullando a este grato pensamiento, aparecen por mi cabeza los tremendos comentarios, noticias, cotilleos que se tienen de padres que no tendrían derecho a que se les llamase por ese nombre. ¡Claro que hay malos padres, claro que los hay que abandonan a sus hijos, o los que les maltratan oa abusan, los que pegan a sus madres. Claro que hay padres que no pagan las pensiones o los que pasan de ellos, o los que les compran capricho para que les quieran, . ¡Que si, que de todo hay, y que malos los hay malísimos!
   Pero hoy no quiero darles protagonismo a esos.
   Quiero escribir de esos papás maravillosos que quieren a sus hijos, que se ocupan de ellos, que juegan con ellos, que les llevan al médico, que se acuerdan de llamarles por su cumpleaños, de los que piden permiso en el trabajo para ir a las reuniones del cole, los que les preparan las meriendas.
   Quiero hablar de los que pasan tardes y tardes en los parques haciendo "arena fina", de los que dan más patadas al balón de lo que lo hicieron en toda su infancia, de los que son clientes vip de los burguer y Mc Donals, de los que se saben la cartelera infantil de pe a pa, de los que madrugan todos los fines de semana para llevar a sus niños a los partidos, de los que juegan a comiditas y a las Barbies, y no siempre hacen de Ken.
   Quiero decir que hay padres que se dejan los riñones para que sus hijos aprendan a montar en bici sin ruedines, que se les duermen los brazos de tanto dar a los columpios, que aprenden a dar a la comba, que sacrifican sus viajes al extranjero por irse a la playa y hacer castillitos. Que pasan las tardes ayudando a sus hijos con los deberes, que han renunciado a ver otro canal de la tele que no sea Clan, Disney o Boing.
   Quiero que se sepa que hay padres que aprenden a hacer coletas sus hijas, o que las visten, aunque sea de colores imposibles, que llenan las salas de espera de los pediatras y se saben de memoria la dosis del Dalsy que corresponde a sus hijos. Que pegan un bote de susto, cuando en medio de una reunión les suena el movil, y ven en la pantalla el teléfono del cole.
   Quiero  hablar de los padres que tienen la mesilla repleta de pisapapeles de arcilla, separadores de libros, corbatas de papel de colores, de manitas dibujadas, de vaciabolsillos de todos los materiales posibles. De los que coleccionan gomets, de los que saben más de pistolas "nerf" que de la crisis en Libia.
   Quiero acordarme hoy de todos los padres, que son la mayoría, que quieren, respetan, ayudan, acompañan, guían, enseñan, regañan, cuidan y se implican en la educación y desarrollo de sus hijos.
   Porque existen, y porque son los mejores padres para sus hijos.
   Disfutad de vuestra paternidad y sed felices. También os lo mereceis