lunes, 25 de noviembre de 2013

En el silencio

   Son las huellas dejadas por los gorriones de tu alma.
Me susurran por donde caminaste.
Cantan al oido la canción que entonas en tu busqueda,
o tal vez en tu recuerdo.
Yo las descubro asombrada, una vez más.
Y una vez más lloro de alegria.

Mi vello se eriza
¿El ki? Tal vez..., eso dijiste ¿recuerdas?

Cuando busco desespero,
y cuando me rindo,
me sobresalta la verdad vislumbrada,
no por advertida,
sorprendente en su certeza.

Y sueño tus desvelos
y rio las travesuras de la vida.

Son las huellas de tu pensamiento
las que pisan la nieve recién caida en el mio.
Vivo en el tacto de cada una de ellas.
Sueño en el olor que dejan al posarse.
Espero en el sabor que imprimiste a los copos.

Por fin encontré el silencio.
Allí donde me perdía y desesperaba,
ahora habito.
Ya estoy, ya llegué.
Alli donde siempre estuve sin yo querer.
Allí donde me dejaste.
Ese silencio grande y luminoso,
es mi morada.
Lleno de estrellas,
como un firmamento entero
y profundo.
Como un mar lleno de peces.
De peces que nadan libres.

Reververa el silencio
en las olas del mar
y en los rayos del sol.
Aquellos que cazaste un día,
y dejaste escapar.

Sigue viva la energía.
¡Imposible que se desvanezca!
No puede uno sustraerse a ella.
Es
Aquello que es capaz de mover el mundo.
Sigue haciendo de vínculo.
Une lo que no se ve.
Es el cordón umbilical
que alimenta y mantiene con vida.

 Me descubrí comprobando que existe.
Que no lo soñé,
Que es más fuerte de lo que imaginé.

Me dijeron que buscara en el silenciom
y en el silencio hallé.


lunes, 18 de noviembre de 2013

Such a doll


Como esta layout me transporta al verano, que mejor una música discotequera para acompañar.
¡Qué la disfruten y la bailen!

 




domingo, 3 de noviembre de 2013

Negroni. La vie d'Adèle.

   Directo en un vaso Old Fashion, dos o tres cubitos de hielo, una parte de ginebra, otra de vermouth rojo dulce y otra de Campari. Mezclar y añadir una rodaja de naranja para decorar.

Let me love you.
Let me kiss you.
Tomorrow you're gone.

Let me hold you.
Let me kiss you.
You are the one.

   Unas sandalias de ante azul klein y charol negro de Jessica Simpson me llevan hasta las escaleras de entrada a Del Diego, en la calle Reina. La noche es escandalósamente cálida para pasear en noviembre. Invita a recorrer un trayecto más largo del que lleva desde el Kai Japanese en la calle Clavel, donde disfrutamos de riquísimas y frescas delicias japonesas, hasta la famosa coctelería de Madrid.
   Una agradable velada que pudimos disfrutar gracias, entre otras cosas, al trato exquisito dispensado en ambos locales, un bien escaso, y un detalle a tener en cuenta hoy en dia.
   Una iluminación acertada y suficiente para poder elegir el menú. La música ambiente, agradable, invita a conversar, lo que se agradece tras tres horas sentados en dos butacas sin numerar de la sala ocho de los cines Acteón.
   Proyectaban "La vida de Adèle" de Abdellatif Kechiche y protagonizada por Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux.
   Una bella historia de amor entre dos mujeres jóvenes. Impresiona su cercanía. Su dulzura y su crueldad.
Seguro que quedará para la historia la larga escena explícita de sexo lésbico. Pero como dice Salvador Llopart en su crítica: "una escena de la que se hablará tanto como de la mantequilla de Brando y María Schneider, aunque sea otra cosa muy distinta. Porque lo que allí, con Bertolucci, era agresión, aquí es pasión; y lo que allí era violación, en La vida de Adèle es amor, total entrega. Y por lo tanto problemas."
    La duración de la peli no es problema. Su banda sonora preciosa. Si hay que ponerle pegas, decir que dan ganas de sonarlas los mocos y pasarlas una servilleta por sus bellos labios llenos de tomate.
 
   Pues eso, AMOR. Ich dich liebe.