domingo, 30 de diciembre de 2012

Xtmas in Madrid

  Sábado por la mañana. Está decidido. Bajamos a Madrid. (¡Me encanta esta expresión!, da igual donde vivas con respecto a la capital, siempre decimos bajar).
   Nos vestimos como si fuésemos al Polo Norte, es decir miles de capas en previsión de todas las temperaturas a las que nos vamos a enfrentar, a saber, el tremendo frio esperando al tren a la intemperie, y caminando por la calle a la búsqueda del Belén, y el calor sofocante del interior del tren, de los bares, restaurantes y cafeterías a los que tendremos que entrar para descansar, comer o merendar.
   Nos dirigimos alegremente a la estación. No llevamos cincuenta metros y comienza a llover. No sé, no sé. Tal vez sea agua nieve. ¡Vaya por Dios! ¡la única que no lleva capucha soy yo!. Llevamos de todo, pero ni un mísero paraguas. ¡Da igual, la lluvia no hace daño a nadie!. Buscamos la máquina expendedora de billetes. Tres billetes ida y vuelta quince euros. ¡Si!, lo pongo en número para verlo mejor:¡¡15 euros!!
   A esto se le llama promocionar el transporte público. ¡Ole y ole!
   Resulta que el parking de Recoletos nos ha costado todo el día diez euros, ¡¡10 euros!!
   Tras la experiencia de visitar la estación de tren, volvemos a casa para coger un paraguas, y por supuesto el coche.
   Aparcamos. Caminamos por el Paseo del Prado hasta la Glorieta de Atocha. Objetivo: "El Brillante". Ya es medio día y nos espera un riquísimo consomé calentito, y por supuesto el famoso bocata de calamares, que ahora como todo se ha modernizado lo llaman "bagette", eso sí a grito pelado claro.
   Mientras acompaño mi suculenta comida con vermouth de grifo, reparo en los comensales que tengo a mi izquierda en la barra de cinc, son orientales, tal vez coreanos, no sé, quizás japoneses porque son muy modernos. La chica parece muy dulce, el "fumanchú". Me miran. Son muy simpáticos. Alucinan con los "peazo bocatas". Les digo que están que te mueres de ricos. Bueno alucinan con todo. Claro que mis hijos alucinan más que ellos. ¡Esto si que es inmersión en la cultura del pais! Todos los camareros son españoles, hombres, uniformados y de una media de edad de más de cincuenta y cinco años, gritando las comandas hasta desgañitarse. Los abuelitos te pegan codazos sin disimulo alguno para hacerse hueco en la barra. Y o les dejas, o acaba el consomé como estampado de tu ropa.
   El asqueroso momentazo del baño se lo omitiré porque les quiero bien, y no pretendo arruinarles la lectura.
   Según subo por la calle Atocha, voy narrándoles a mis hijos mis aventuras de la infancia, las tiendas que ya no están, sustituidas por Kebabs, tiendas de tatoos, de chinos, o simplemente tapiadas. Creo que les importa un pito lo que les cuento.
   Llegamos a la Plaza Mayor,  y comienza una marabunta que no acabará ya, hasta que volvamos a coger el coche.
   He de reconocer que el centro está mucho más bonito ahora que cuando yo vivía. Las aceras son más anchas, hay muchos más hoteles, se han remodelado muchos edificios bonitos, han puesto terracitas muy monas en todas partes, y como somos muy europeos, desde fuera, con el aspecto nuevo de los puestos parecería que estuviéramos en un mercadillo navideño de centroeuropa.
   Pero para deshacer el encanto, presenciamos varios altercados entre la gentuza de los puestos y la gentuza de los finos y amables compradores de la España profunda. ¡Qué susto, pensaba que nos habíamos modernizado!
   Hartitos estaban los crios de tanto espectáculo de titiriteros al aire libre, y de soplagaitas (por decirlo fino) tirándote bombetas a la cara y a los pies, en un idioma que no sabría definir (se que queda muy poco políticamente correcto, pero me la pela), ¡de verdad, quedaba grotesco!, tánto que he echado de menos a los gitanillos que te engañaban en el precio con las bengalas, ¡benditas bengalas!.
   Salimos huyendo como podemos, hacia cualquier parte, da igual.
   Recuerdo que queríamos ver la casa del Ratón Perez, pero no recordaba el portal, y sabía que desde la calle no se veía. Como soy de la vieja escuela, en vez de sacar el teléfono y buscarlo en google, pregunté a un policía municipal...¡y gracias al cielo!...¡qué gran idea!...De veras, que no lo hice aposta. Pero Dios me compensó por tan malos ratos, y ante mi apareció un angel, ¡que digo un ángel!...¡un pedazo de tio bueno!...para las seguidoras de Grey, este se ha metido a policia municipal de Madrid, ¡no busquéis más, que sí, que está en la calle Mayor!...¡Y además es amabilísimo y sabe donde está la casita del Ratoncito Pérez!...¡enternecedor!...se me cae la babilla, me temblequean las piernas, y llevo una sonrisilla de lo más tonta en la cara. ¡Esto si que hace bien al turismo!...¡si, también sabía inglés, que le oí!
   Como no podía ser de otra manera, llegamos a nuestra cita en el número ocho de la calle Arenal, subimos al primer piso, y por supuesto, están agotadas las entradas por hoy. No, no se pueden comprar por internet. Nos vamos.
   Bajamos las escaleras dispuestos a salir a la calle, cuando me llamó la atención un insignificante cartelito en el escaparate de algo parecido a una peluquería india. Me da el repenterre. Yo lo pruebo. He de decirles que la diferencia ha sido abismal. ¡Odiosas pinzas, qué dolor! Si. Aproveché a depilarmes las cejas con hilo. Una gozada. Y además mis hijos se pudieron sentar cinco minutos. Cronometrados.
   Toda contenta, y con los párpados rosados, nos dispusimos a internarnos en la Puerta del Sol, la calle Preciados, Callao, la Gran Via, y ya en la calle Alcalá acabamos entrando en una tienda de souvernirs, si, me están leyendo bien, para comprar una pulserita de España.
   Después de aproximadamente cinco horas y media sin sentarnos, exceptuando los minutos de gloria en la pelu, llegamos por fin al coche.
   Fin del dia.


   Y como somos muy europeos y muy finos, en vez de poner un villancico de los de toda la vida, y ya que se acerca el dia de año nuevo, he decidido amenizarles con la famosísima "Radetzky March" de la mano de André Rieu, con patinadores sobre hielo, palmas, globos, trajes de Sissí, y todo lo demás.
   ¡Qué lo disfruten!


     

domingo, 23 de diciembre de 2012

Silvia Pérez Cruz

   Deben disculpar mi ignorancia, pero debo decir que hasta hoy, desconocía a esta bella cantante catalana, más concretamente de Calella.
   Dicen que en sus conciertos el público llora de emoción. Ella contesta con sencillez:
-"No me doy cuenta hasta que no llegan con lágrimas al camerino. Es extraño porque entro en la intimidad más profunda de personas que no conozco de nada. Esto me da mucho respeto porque soy consciente de que remuevo sentimientos que normalmente no se muestran y de que entro en sitios a los que nadie me da permiso. Y con esto no se juega. A la vez me gusta porque es algo que no hago a propósito. No sé cómo funciona. me sorprende y me emociona, y evita que se me suba nada a la cabeza. No ocurre siempre, pero cuando surge es de una inmensidad sin límites en la que el cuerpo desaparece. Cuando canto, conecto con mi alma eterna, con mi parte más atemporall Y eso hace que el público se vaya abriendo."  (Entrevista de Almudena Ávalos, para S Moda)
   Yo te doy permiso. Te doy permiso para entrar en esos lugares a los que no todo el mundo llega.
   No sabe cómo funciona, pero lo logra. Y lo hace con sencillez, con mucho arte.
   ¡Qué dulzura y elegancia! De ser y de cantar.
   Escúchenla cantar "Paraules de amor" con Toti Soler en el concierto contra el sida en Junio de este mismo año 2012.
   Oir su preciosa voz hablando antes de cantar los temas en los conciertos, de cosas sencillas, importantes, sin más florituras que las bellas palabras que utiliza para expresar lo que siente, lo que debe. Verla recogerse la preciosa melena, o soltársela según el tema que corresponda en ese momento, porque no es afectación sino una forma de estar, de acomodarse en el escenario para transmitir mejor.
   "Una vestal con la naturalidad del viento mediterráneo, acostumbrado a acariciar dioses. Es sacerdotísamente virgen, pero fieramente humana", dice de ella Martirio.
   Me deleita oirla cantar "Maria la portuguesa". Habaneras, flamenco, jazz, pop, indie; en español, catalán, francés, portugués.
   No dejer de escuchar " Veinte años & Temps perdut", les remueve el alma y el corazón, es un angel bueno cantando a la orilla del mar.
   ¡Quién puede permanecer impasible ante esta maravillosa artista!
   No paro de llorar y reir, de flotar entre sus melodias, de volar entre sus notas bella y limpiamente interpretadas.
   Me resulta dificil escoger un video, pero finalmente escojo "Ne me quitte pas", quizás por la estética.
   Disfrútenla. Cúndanla. Es arte. Es belleza. Es vida.



  Es mi felicitación de Navidad para todos aquellos que me quieren, que se acuerdan de mí aunque estén lejos, y para los que a pesar de estar cerca no se olvidan tampoco de que estoy ahi.
   Para todos ellos porque son tan bellos como estas bellas canciones, porque junto a ellos me emociono tanto como con estas.
   Porque creo que los mejores regalos, no son los materiales, aunque suene a topicazo.
   Porque escuchar la voz del que te aprecia, compartir la presencia de los que nos comprenden, leer las palabras sinceras, sentir los abrazos limpios. no tiene precio.
   Me acuerdo de tantas personas que siendo su paso por mi vida fugaz o largo, me han dado tanto y tan importante.



sábado, 15 de diciembre de 2012

La noche de nosotros mismos

   Son nuestras profundidades, nuestros adentros, los que hemos de conquistar, los que se alzan como baluartes en la lejanía.
   Son estos escondrijos nuestros los que nos esconden nuestros anhelos verdaderos, los que custodian las motivaciones auténticas, los que salvaguardan los deseos más legítimos.
   En estas honduras del alma, es donde se ocultan las respuestas a las dudas que nos estrechan la vida.
   Son esos rincones sombrios en donde debemos rebuscar y rebuscar, hasta encontrar la salida.
   Podemos gastar nuestro tiempo en preguntar a otros, podemos derrochar energía en consultar fuera de nosotros mismos, cuando realmente sabemos con certeza que la solución la tenemos tan cerca que nos quema, que nos asusta. Nos abrasa el miedo de saberlo.
   Asomarse a la noche del alma es una decisión que toma tu yo por tí. No sabes muy bien como llegas a esa orilla, pero apareces en ese lugar llevado de una mano invisible que te deposita inesperadamente.
   Quizás sea un momento propicio para sentarse al borde del precipicio a observar, a observarse. Alejando la tentación de encontrar algo pronto, facilitando que discurra el tiempo, amansando a las prisas que nos empujan a creer que ya lo conocemos. Y al comenzar a vislumbrar algo cierto, dejarlo reposar hasta intuir si es lo correcto o no.
   Es sábado, es Diciembre. Pareciera que la tarde hubiera llegado más pronto de lo esperado, más oscura. Pero no. Acude como siempre puntual a su cita, y en su lánguido transcurrir enciendo el ordenador. Me gusta escuchar música mientras trasteo en la red. Me topo con estas hermosas y lúcidas palabras que me complace compartir:
   " La ilusión es mezcla de verdad y falsedad. Ante una situación donde no se puede distinguir claramente hacia donde ir, la vida nos da un camino: Alejarse de los propios deseos, de los pensamientos conflictivos, y desde esa paz desapegada observar lo que se siente en el corazón."
   "El ego se suele manifestar a través de los temores. A menudo resulta dificil distinguir si un deseo es legítimo o alimentado por el ego.
   Hay que valorar el posible temor que me ha llevado a desear algo.
   ¿Mi deseo nace del temor a perder algo? ¿Mi deseo nace del temor a sentir algo que no me agrada,: sufrimiento, soledad, frustración, desengaño, tristeza...? Si existe algo de eso, es muy posible que el deseo, o acción sea una simple ilusión producida por el ego.
   Eso no significa que debas descartarlo para siempre, sino que resultará más conveniente centrarse en ese temor y dejar el deseo para más adelante. si consigues entender el temor, aceptarlo, integrarlo en ti y finalmente trascenderlo, es el momento de volver a valorar el deseo o acción que te planteas."

   Es complicado desasisrse de las sensaciones placenteras, es arduo aceptar que el apego nos producirá dolor. Cuanto menos dependiente seas de tus deseos, más libre serás para elegir conscientemente lo que anhelas.
   Pasamos la vida haciendo lo que podemos, no lo que verdaderamente queremos.
   Deberíamos detenernos en los descansillos de nuestra más íntima escalera a hurgar en lo más profundo de nuestro ser, para vislumbrar entre las nieblas de los torpes pensamientos, esos secretos que nos ayuden a descubrir lo que nos produce auténtica alegria de vivir.


viernes, 14 de diciembre de 2012

Sakura


Sakura, la flor del cerezo en Japón. Significa muchas cosas para mi. Me une con los sueños, con los anhelos, con los retos, con la dulzura ("Maldita dulzura", que dicen Vetusta Morla), con el esfuerzo, con la paciencia, con la lucidez, con la belleza, con la fuerza, con la delicadeza, con la rectitud, con la suavidad, con lo espiritual, con lo carnal, con el movimiento fluido, con la precisión.
Me recuerda que somos frágiles y fugaces como ella, como la vida. Que su perfección no sería tal sino contuviera dentro de si lo que vemos y lo que no. Que con su existencia nos regala un espectáculo maravilloso para la vista, que nos enamora su belleza, su suavidad; nos rompe su delicadeza. Pero es su perfume embriagador lo que se nos cautiva y se nos hunde en el cerebro, para evocarlo ya por siempre.
Nos seducen por efímeras, tanto que no llegan a secarse. Caen impulsadas por el viento que agita las ramas, formando una alfombra fragante que cubre el suelo sobre el que se yergue el árbol que las originó
Mueren suavemente a los pies del que les dió la vida, del que las hizo bellas, antes de marchitarse. 

"Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos"
-Pablo Neruda-

El video que hoy acompaña a la entrada no es de la flor del cerezo, sino de amapolas azules, "gelincigin hüznü", un delicioso título para tan hermosa composición de Farid Farjad.






Son tus ojos los que me inspiran.





jueves, 6 de diciembre de 2012

Reto Bámbola Diciembre

   HO, HO, HO!!!...¡Ya estamos en Diciembre!

   Y como corresponde, este més lo vamos a dedicar integramente a la Navidad. Pero esta vez no sólo a lo frívolo, superficial, y porqué no divertido, como son los adornos navideños, los regalos, la decoración... sino que haremos hincapié en la parte espiritual, queremos que nuestros trabajos lleguen más allá, vamos a intentar que en cada tarjeta vaya impresa un sentimiento del verdadero espíritu navideño, un deseo para el nuevo año, un propósito especial para nosotros y nuestros seres queridos.
   Que nuestros trabajos sirvan para recordarnos que somos unos privilegiados por vivir en este primer mundo, por poder disfrutar del lujo de realizar srcap. Que sirva para que seamos capaces de agradecer a la vida lo que nos da, y a los que nos rodean su compañía y amor.
   Que nuestros trabajos reflejen que las luces de los escaparates y de las calles, no sólo adornan, sino que nos hablan de la luz de nuestros corazones, de la luz de la sabiduría, de la bondad, de la comprensión, de la paz, de la luz que da el amor. Que los regalos, the presents, nos hablan del presente del hoy, de vivirlo como si fuera el último día de nuestra vida, de aprovechar lo que se tiene; nos hablan también de generosidad, de regalar tiempo, paciencia, conocimientos, ayuda, escucha. abrazos, sonrisas, ilusión.
Que las estrellas brillan, si, y también nos guian. Que los que brillan, los que saben, sirvan para guiar al prójimo, para enseñarle; que los que tienen éxito ayuden con su experiencia al resto. Que la luz que emana de  las estrellas ilumina el camino de los demás.
   En definitiva, vivir la Navidad con el espíritu de los niños.
  
   El reto consiste en realizar tags para colgar en el arbol,  e incorporar en ella una frase o palabra relativa a estos días.
   Aquí os dejo mis propuestas:







domingo, 2 de diciembre de 2012

Miedos

   Me pregunto si es que estaré despistada de mí misma...¡Vaya cosas me pregunto!...Un poco en las nubes quizás...Podríamos decir que tengo la costumbre de refugiarme en la inopia, más poéticamente en la cara oculta de la luna...Mi madre y mis cuñadas suelen decirnos a mi y a mis hermanos, que es cosa de familia...A menudo nos quedamos ensimismados, pensando en nuestras cosas, en nuestro mundo...
   Es en estos momentos suspendidos entre dos mundos, cuando me surgen los descubrimientos más sorprendentes, los que más significan para mi, deben ser los famosos "clicks", y yo voy aprendiendo a golpe de "clicks" (...de neuronas...que no significa que me tiren los famobil a la cabeza...¡no!)
   Hace unos días tuve el placer de descubrir que no tengo miedo a caerme...NO...¡Y es maravilloso! Es un placer no sentir miedo. He podido comprobar que no pasa nada, que uno se cae y se levanta.
   A raiz de esta experiencia he observado mis miedos, qué es lo que producen en mi y que los provocan. Una de las conclusiones a las que he llegado es que uno de los problemas que causa el miedo es paralizarte, no permitirte actuar, te impide conocer, recer o intentar. Es lo que no haces por termor, es su poder limitante, lo dañino...¿Cuántas cosas no llevaremos a cabo a causa del miedo y sus consecuencias. Y al fin y al cabo qué es lo peor que te puede pasar: caerte. Y si te caes, te levantas. Y si no puedes levantarte bien, pides a alguien que te ayude.Y si no hay nadie, te arrastras hasta encontrar algo en que apoyarte y subir tu solo.¿Y si no es posible y la situación es tan mala que te mueres?: Pues te mueres. Todos moriremos algún día. ¿Y si tienes miedo a la muerte?: Pues no hay remedio, o ya te has muerto o te morirás. No hay opción.
   No es que sea una temeraria, sino que he aprendido que ante el miedo, solo cabe superarlo. No sirve de nada evitarlo. No va a desaparecer por mucho que lo ignores. No vas a aniquilar aquello que lo produce, por lo contrario seguirá estando en el mismo sitio. La unica salida es enfrentarlo. Y si sale mal, pues a joderse ( con perdón de la palabrota). Si se puede se soluciona, y si no tiene remedio, se hace uno responsable del error y de las consecuencias que este produjo. Todo lo anterior es mejor que no actuar, que quedarse quieto.
   Paralizarte es morir en vida. Es no dejarte elegir, es hacerte esclavo de algo o alguien, de ti.
   Cuando alguien te quiere asustar, lo que intenta es paralizarte, pretende hacerte presa. Cohartar tu li bertad. Tenerte a su merced. Su poder es tu inactividad.
   No tememos únicamente a las personas. El miedo a la enfermedad no te deja vivir, o a perder el trabajo, que te hace sumiso ante el jefe. El miedo a las matemáticas u otra asignatura no te permiten aprender. El pánico al agua, que te imposibilita aprender a nadar. El terror a las alturas o a los aviones, no dejan que puedas volar o subir una montaña y admirar un paisaje, te dificulta la posiblidad de experimentar otras emociones, de participar en actividades placenteras. El temor a los animales, que nos aleja de otros seres vivos con todo lo que ello conlleva.
   Miedo a equivocarnos, miedo a que no nos quieran, miedo a defraudar, miedo a no comprender, miedo a fracasar, miedo a las consecuencias, miedo a que nos hieran, miedo a la soledad, miedo a la oscuridad, o al futuro, miedo al dolor, miedo a la vejez, miedo a los espacios abiertos, o a los espacios cerrados...La lista es infinita.
   El miedo te inmoviliza. Te aprisiona en una jaula. Porque sin libertad te anula. Te tiene toda para él.
   ¡Y tu no eres propiedad de nadie, ni siquiera del miedo!
   Hay momentos en la vida en los que nos llenamos de valor y le hacemos frente. Suele coincidir con situaciones límite, sin salida, en las que estamos tan perdidos y asustados, que actuamos porque no nos queda otra, empujados por las circunstancias, sin esperar nada. Sea cual sea la consecuencia de nuestras decisiones aprendemos, y salimos ganando aunque sólo sea de la experiencia.
   Si no existe esa experiencia no hay aprendizaje, y si no hay aprendizaje no hay evolución.

"Temerle al amor es temerle a vida, y aquellos que temen a la vida ya están casi muertos " Bertrand
Russel
"El miedo es ese pequeño cuearto oscuro, donde los negativos son revelados" Michael Pritchard
"Lo único que debemos temer es al propio miedo" Franklin D. Roosevelt
"Fue un gran consejo que un día escuché que le daban a un niño: Siempre tienes que hacer las cosas a las que le tienes miedo". Emerson
"El valor no es la ausencia de miedo, sino la conquista de este" Anónimo
"Las cosas a las que usted tiene miedo son invencibles, no por su naturaleza, sino por la forma en que usted las ve"  Jewel Kiltcher
"El miedo es la prisión del corazón" Anónimo.

"La experiencia de superar el miedo es increíblemente deliciosa" Bertrand Arthur William Russell.