jueves, 13 de junio de 2013

Una entrevista a Ismael Serrano

   Como ya va siendo casi una rutina, cada vez que me dispongo a comenzar una entrada con una idea en la cabeza, algo me pone la zancadilla, se interpone entre el teclado y mis pulsaciones automáticas, acabando por iniciar algo de lo que no tengo una idea clara de como se desarrollará y menos aún cuál será su desenlace.
  Mi bendita piedra en el camino de hoy, se ha materializado en forma de entrevista de Alicia Jasanada a Ismael Serrano, hablando sobre las mujeres y de la reedición de su último trabajo Todo empieza y todo acaba en ti. Motivo por el cual me dispongo a nadar entre las aguas de sus preciosas canciones, a remansarme entre sus letras, que me hacen pensar, que relamen con gula mis reflexiones.
   Y entre sus acordes se pasó raudo el tiempo, leyendo con atención e interés sus opiniones sobre nosotras.
   Palabras tan necesarias como. "Algunos programas televisivos venden que el éxito para un mujer es seducir al hombre, ser deseable, ¡la tratan casi como ganado! Y ese mensaje acaba calando".
   ¡Dios, qué si acaba calando! ¡qué otro mensaje proyectan sobre las mujeres los programas de televisión! ese o el de ser como él mismo dice, las que imitan lo peor del rol masculino autoritario...
   ¡¡¿Y dónde quedamos las demás?!! ¿Es qué, si no pretendemos ni lo uno ni lo otro, somos invisibles al resto del mundo?...¡¡YO ME NIEGO!! No quiero que me utilicen ni que me orienten en esos sentidos, aunque es muy complicado sustraerse a las influencias de la publicidad y de los grandes medios de comunicación, que no te dejan mirar más allá.
    Creo que hay infinitos matices, más allá de los burdos bocetos que nos pintan como ideales, y que destrozan las vidas de jóvenes y adolescentes. que destruyen sus cuerpos y sus mentes, que ensucian sus futuros, que enturbian sus ojos y no les permiten soñar con el inmenso abanico de posibilidades, de opciones del mañana.
   Manipuladas hasta la enfermedad por perversos interesados en vender algun producto, expertos en lucrarse a costa de inseguridades varias.
   Continúa la entrevista en el "magazine": "Ya conocíamos nuestros miedos, por ejemplo al compromiso". Tras uan primera pareja de diez años, el artista temía que otra relación estable le exigiera "concesiones de tipo personal o profesional que no pensaba admitir. Luego he visto que no es así".
   "Su canción, Eres, define a la mujer que le atrae: No das respuestas, ni luz a mi jardín. Y no hay guerrero que descanse en ti, dice. O sea, alguien que genera más preguntas que respuestas, de la que aprendes, casi un reto vital. Un desafio cotidiano, sin duda para la convivencia".
   Termina rindiéndose dulcemente: "Y la conclusión está clara: hay que quererlas...pese a los quebraderos de cabeza...Es inevitable".
   Podría haber acompañado esta entrada de un video de Ismael Serrano, que sería lo más lógico, pero sinceramente estoy saturada. Así que he elegido esta bella y triste canción de James Arthur, que trata de un amor frustrado.
   Las relaciones sentimentales, el amor, ese algo invisible que mueve el mundo, esa energía de la que dependen todas las demás áreas de la vida. Aquello que intentamos racionalizar con nuestras rígidas mentes adultas, cuando lo único de deberíamos hacer sería dejarnos llevar. Dejar a eso invisible, actuar sin riendas.



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