domingo, 17 de abril de 2011

SUNDAY MORNING

   Me gustan las mañanas de domingo.

   Olor a café recién hecho, tostadas con mantequilla y mermelada. Zumo de naranja.
   Las ventanas abiertas. El sol inesperado de Abril se cuela, traido y empujado por la brisa de esta mañana.
   Suena Lady Antebellum. Suena "I need you now". Y Eduardo Manostijeras revolotea en mis pensamientos entre estrellas blancas.

   Me gustan las mañanas de domingo.

   Cuando no hay nada planeado. Cuando se dejan pasar los minutos y las nubes, disfrutandolas y viéndolas pasar.
   Cuando los niños pueden pasarse las horas muertas mirando como comen las tortugas, ensimismados en verlas dar vueltas y más vueltas a una piedra, tras la luz filtrada por el estor del salón. Ronaldo y Adita son sus invitados esta Semana Santa, y giran y giran dentro de una gran caja de plástico transparente.

   Me gustan las mañanas de domingo.

   En las que no hay que superar  la plus marca mundial de actividades programadas para niños. En las que no hay fiestas especiales, parques temáticos, teatros experimentales, títeres en el Retiro, ni quedadas multitudinarias.
   Sencillamente no hay nada que hacer. Sólo dejarse ir.
   La Velvet Underground me pide disfrutar, y se cuela con su "Sunday morning".
   Es maravilloso descubrir cuánto se aprende, se descubre y se aprecia de esos momentos supuestamente perdidos. Esas horas echadas a rodar sin madrugar, al ritmo de tu corazón. Dejando caer las gotas de agua dulce lentamente por la piel. Ganas de bailar al son que marcan las tortugas.

   Me gustan las mañanas de domingo, en las que no cunden las actividades realizadas ,en las que se pasan las páginas de los libros con la lenta cadencia de las sobremesas de verano en la playa.

  ¡Vivan las perezosas horas dominicales!

1 comentario:

  1. jeje me viene a pelo este post, has dicho con palabras justamente todo lo que he hecho este domingo...verlo pasar ante mis ojos sin prisas , sin planes, sin tiempo...me encantan los domingos asi qvev

    ResponderEliminar