jueves, 19 de enero de 2012

Galletas Oreo

   ¡Qué no soy yo!...¡No soy yo la culpable del titulo de los post!... ¡Es el mundo que me rodea!...¡Si además soy bastante despistada!...¡Pero es que insisten!...¡Dale que te pego con tontadas graciosas a diestro y siniestro,..., y claro me hacen reir, y tengo que contarlas luego!
   Es que la vida a veces es un poco rara, bueno, no se si rara, estrambótica, curiosa, inesperada, divertida...
   ¡¿Y cómo han llegado mis elucubraciones hasta tal galleta de renombre?!
   Tan fácil, como que el tiempo que pasa hace evolucionar a las personas, las relaciones entre ellas, las expresiones que utilizan durante estas, y los piropos que las acompañan.

    Si señores, si. Todos los niños lo saben:
"La galleta que se abre, se chupa y se moja".
...Creo que no hacen falta más explicaciones...(¡Y mira que yo soy lenta para estas cosas, ... pero si...lo he cogido!)

   Imagino que en sus orígenes, se fue desarrollando entre el mundo adolescente, lo intuyo por aquello de las meriendas en casa, con el colacao, viendo la tele, y los chavales diciendo "tontás".
   En mi época, sólo existía el surtido cuétara. Y en una familia con varios hijos, (sobre todo si había chicos, que comen más y son más brutos), había que estarse muy espabilado para que nadie se te adelantara y se comiera todas las de chocolate; había que ser rápido y avispado para que no te dejaran las sosas, las que nadie quería.
   A mi, la que más me gustaba a parte de los barquillos de chocolate, era la antecesora de aquella. Para mi infantil paladar, más rica, y además no dejaba los dientes y la lengua negros como el carbón, como la nueva, que una boca con tal aspecto tira para atrás, ¿o no?
   Debí comerme muchas de las olvidadas, ( es que estaba rodeada de hermanos varones), acabé por sacarles el gusto a las abandonadas.
   ¡Qué se me va el santo al ciero y pierdo el hilo! (y es que se me quedó la cabeza olvidada en el miércoles por la mañana)
   Ya me dirán ustedes...(¡por cierto, siempre les pregunto cosas y nadie contesta!)...¿Cuándo degustaban una de las consabidas galletas, pensaban en darle utilidad como piropo?, ¿pensaban en su amado o amada, mientras desayunaban o merendaban?
   Yo no. Bastante tengo con el remordimiento de conciencia por comérmelas, aguantarme para no devorar la caja, y luego esforzarme por intertar deshacerme de ellas, ( bueno de las que dejan los dientes negros no, de las que me gusten)
   Luego echan pestes de las generaciones de jóvenes y adolescentes. Este, es un piropo bastante más gracioso, ocurrente, dulce y divertido que los que solían oirse en los andamios y obras varias.
   Así que ¡hala! a estrujarse la cabeza como los chavales y a ver que nos sale!

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