¡No doy crédito!
Bueno si, porque hoy es viernes, y ya se sabe que los viernes tienen su aquel.
Son las cuatro y media de la tarde.
Hoy no diluvia.
El patio del cole.
Comienza a completarse el corrillo de los amigos.
-¿Habéis oido lo del rayo?, dice E.
-¿Que rayo?, pregunto.
-¡No me digas que no te has enterado!
-No, ¡ya sabes que estoy en este mundo porque tiene que haber de todo!, bueno ¡cuenta!
-¡Pues que a un hombre de aquí de T.C. ayer le entró un rayo por el escroto, y todavía están buscando por donde le ha salido!
-¡Pero que me dices!
-¡Si!-dice M-yo pensé que era un taxista que estuviera haciendo un pis...porque claro, para que le entre un rayo por semejante parte...
-Yo lo que he oido- discrepa A- es que le entró por los pies y le salió por el escroto...
-¡Mi madre!, ¿pero que postura tenía para que entre y salga así? pregunté yo
-¡A ver si a sido L con el taxi, jajaja! ¡Ay que nos pilla, que viene!
-¡Pobre hombre, vaya calambrazo!
-¡Que pobre, ya no le hace falta viagra...! ¡jajaja!
-¡Estaría sobre algo reflectante!...
Y así, una tras otra, todas las burradas que puedan imaginarse a costa de ese buen hombre.
A todo esto, yo todavía no he leido ni oido la noticia, pero lo cierto es que no tengo ningún interés, me parece muchísimo más divertido e interesante las conversaciones que se generan tras ella. Sinceramente espero que esta persona se encuentre bien y se recupere.
Presiento que va a ser uno de los temas de conversación de esta noche. Bueno, este y el del meneito de color. ¡Ay por Dios C, que es verdad! ¡Qué suerte tienes hija! ¡Y lo que yo me alegro! ¡Y lo que voy a aprender esta noche!¡Qué engañadas nos tenían! Si ya decía yo,... bueno yo no decía nada, sólo escuchaba con las orejas muy atentas y los ojos muy abiertos, lo que explicaba V, que le había contado su compi y que ahora tú nos has corroborado...Claro que ahora el listón se queda muy alto...¡qué vamos a hacer!...¿Y a estos pobres se lo vamos a contar, o les quedará complejo? ¡A ver si les va a dar una depresión y va a ser peor!...Eso, o les da una contractura en la pelvis, y a estas edades eso es casi casi irreversible.
Una cosa tengo clara: Si me cae un rayo, por favor, que no me entre por el escroto.
Y como es viernes, una cancioncilla para bailar.
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