sábado, 27 de octubre de 2012

El padre de Manuel. Parte III

   Hemos quedado a las ocho. Como siempre llego corriendo porque creo que llego tarde, aunque puede ser que sea pronto. No lo sé seguro. Últimamente no llevo reloj, y los de mi casa marca cada uno un lo que quiere, así que realmente no sé nunca la hora exacta.
   Odio llegar tarde, pero he de aceptar la realidad y asumirla: Desde que tengo hijos soy impuntual.
Por suerte no ha acabado la fiesta y entro en la bolera detrás de una pareja, el padre de Manuel y señora. Me siento entre Clara y su hermana melliza, sale a colación nuestro encuentro del lunes a través de la cristalera de la clase de yoga. Nos reimos. Se decide a probar el lunes. Me ha pedido una ceveza que nunca llega y no me atrevo a reclamar, cuando Cris me comenta la bronca que está recibiendo el padre de Manuel por beberse ("mí") cerveza con alcohol. Yo disimulo. Cris se troncha.
   Dan las nueve  (más o menos, que ya sabéis que vivo en la inopía horaria) No puedo más de sed. Por fin, se va disolviendo la reunión. ¡Hay que arrejuntar a la pandi disimuladamente!...pero creo que va a ser imposible... el padre de Manuel nos mira con ojos golositos...Nos miramos Alfon y yo:
-Vamos a tomar algo, ¿os apuntáis?-dije yo- Me vi incapáz de no invitarles...¡son tan amables y educados!
   Su mujer se preparaba para regresar a casa, pero le insiste para quedarse. En su mirada se puede leer: "¡Quieta ahí, chatina! ¡Qué no nos lo podemos perder! ¡Esto es la juerga padre!"
-¡Claro que sí! Nos tomamos una. ¡Esta vez sin alcohol!-Mira a su mujer que le desaprueba, pero sonrie.
   La emoción recorría su cuerpo. Es felíz, se le nota.
   Comienza la función, y nosotros ajenos a ello, a lo nuestro. Es viernes.
   El punto álgido llega cuando Luis cuenta la anécdota de la noche:
"Mi cuñado llega a su casa. Lleva mucha urgencia. No se puede contener más. Abre la puerta y sale disparado al cuarto de baño. Se desabrocha como puede los pantalones, y se los baja. ¡Por fin se sienta entre angustiado y aliviado, lo ha conseguido, ha podido aguantarse!...Todo su cuerpo se relaja... Suspira...Levanta los ojos distraido, cuando el corazón le da un vuelco: ¡¡¡unos pies asoman detrás de la cortina del baño!!!"
   Sinceramente, ni Alfred Hitchcock hubiera podido plasma semejante escena de terror y tensión, sin troncharse al otro lado de la cámara.
   Mientras Luis lo narraba, yo lo visualizaba en mi tele en blanco y negro, y me imaginaba a Janet Leigh trás la cortina de la ducha con esa mirada aterradora...¡Pero es que esto es mucho peor!
   Era el ladronzuelo del portero, que se colaba en las casas cuando no estaban los dueños y robaba pequeños objetos que pasaban desapercibidos.
   Pero es que lo malo, no es que te roben, ¡ sino que cuándo vengan a ello, te pillen con los pantalones y los calzoncillos bajados ¡cagando!! (Con perdón, pero es que fué así, que le voy a hacer)

   Se para la vida. Se paraliza el aire. El padre de Manuel mira a su señora. y sus ojos le dicen con cariño: "¡Ves cariño, como sabía que no te iban a defraudar!"




El video, es para todas mis amigas de juergas, para recodar la clase de zumba del viernes con el "Melo. Melo" (...¿come melo?, ¿melo meto? ¡no entendí bien! jajaja!)
  

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